¡Nos vamos a Grecia!
El día 16 de octubre amanecimos en Madrid con unas ganas tremendas de llegar a Grecia. Nuestro vuelo con Iberia salía a las 11:40 h y con apenas 10 minutos de retraso partíamos hacia la Hélade.
La primera impresión que me causó el país fue de montañoso. Ya desde el avión podíamos observar montañas y acantilados, así como multitud de islas… En estas ocasiones en las que el avión no lleva pantalla con información del vuelo a tiempo real siempre pienso que estaría bien que alguien te explicara por donde vas pasando y pudieras tener una idea de qué es lo que ves desde la ventanilla del avión. Pero no fue así y Cynthia y yo nos limitábamos a señalarnos dónde veíamos tierra y dónde no, dónde aparecía una isla y dónde divisábamos alguno de los muchos aerogeneradores que había por allí…
Puntualmente, a las 16:15 h, tras 3 horas de vuelo aterrizábamos en Atenas.
Nuestra llegada al aeropuerto fue caótica. Teníamos que recoger el coche y allá fuimos siguiendo las indicaciones de “Car Rent”. Al llegar no veíamos la oficina de Hertz sólo coches aparcados, nos dijeron que volviéramos; volvimos, preguntamos, pero seguíamos sin dar con ella… No sé si es que estábamos algo espesas o que no nos entendíamos con la gente, pero nos costó lo nuestro encontrar la oficina que resultó estar dentro de la terminal al lado de la puerta de salida nº 4 (no sé por qué la buscábamos por fuera).
Cuando llegamos, nos dieron a elegir entre un Toyota Corolla o un Hyundai y nos decantamos por el primero, pero al solicitar un GPS nos dijeron que no tenían. Y yo pensaba, ¿cómo puede ser que una oficina de alquiler de coches de un aeropuerto internacional no tenga GPS para alquilar? ¡Así van las cosas en Grecia! Ya me veía perdida en mitad de la nada intentando descifrar los carteles escritos en el alfabeto ese extraño que tienen… Cynthia fue la que aportó cordura: que no cunda el pánico, intentaremos comprar algún mapa de carreteras…
Puntualmente, a las 16:15 h, tras 3 horas de vuelo aterrizábamos en Atenas.
Nuestra llegada al aeropuerto fue caótica. Teníamos que recoger el coche y allá fuimos siguiendo las indicaciones de “Car Rent”. Al llegar no veíamos la oficina de Hertz sólo coches aparcados, nos dijeron que volviéramos; volvimos, preguntamos, pero seguíamos sin dar con ella… No sé si es que estábamos algo espesas o que no nos entendíamos con la gente, pero nos costó lo nuestro encontrar la oficina que resultó estar dentro de la terminal al lado de la puerta de salida nº 4 (no sé por qué la buscábamos por fuera).
Cuando llegamos, nos dieron a elegir entre un Toyota Corolla o un Hyundai y nos decantamos por el primero, pero al solicitar un GPS nos dijeron que no tenían. Y yo pensaba, ¿cómo puede ser que una oficina de alquiler de coches de un aeropuerto internacional no tenga GPS para alquilar? ¡Así van las cosas en Grecia! Ya me veía perdida en mitad de la nada intentando descifrar los carteles escritos en el alfabeto ese extraño que tienen… Cynthia fue la que aportó cordura: que no cunda el pánico, intentaremos comprar algún mapa de carreteras…
Cogemos el coche, tiro a arrancarlo y no va… ¡Joer! ¿Puede ir algo peor? Lo intento una y otra vez, a ver si hay que poner el pie en el freno… pues no. Al final, Cynthia, que no conduce (aunque tiene el carnet), decide quitarme del volante e intentarlo ella… ¡Voilá! A la primera. ¡Anda, lerda! ¡Pisa el embrague al arrancar! Bueeeeeno… llevas razón, no sé por dónde andaba mi neurona (¿?).
Un chico le pegó una revisión al coche anotando los desperfectos que observaba, y menos mal que estuve al tanto porque había un faro con una pequeña rotura que no nos había anotado… y con todo listo comenzaba nuestro gran viaje griego.
Primera parada fallida: Elefsina (la antigua Eleusis)
Pero, ¿a dónde vamos? Yo tenía pensado ir a Vravrona, que está al lado del aeropuerto, pero sin GPS, ni mapas… casi que, no sé donde acabaríamos… En eso vemos indicaciones hacia Elefsina que era otro de los sitios que tenía en mente visitar. Ale pues, vamos para allá…Poco a poco me iba amoldando a la manera griega de conducir que, en un principio no me pareció muy diferente a la española y, siguiendo las indicaciones, en poquito tiempo estábamos en Elefsina. Allí paramos en una gasolinera y me hice con unos mapas de carreteras para ir sobre seguro en lo que restaba de viaje. Tema aparte fue hacerme entender al hombre de la gasolinera. Él ni papa de inglés y ni qué decir de español, y desde luego, yo no hablo griego… Una odisea.
La pena fue que cuando llegamos el recinto arqueológico estaba cerrado (cerraba a las 15:00 h). Nos hicimos unas fotillos por la parte exterior y continuamos nuestra ruta, a ver si llegábamos a tiempo de ver el templo dedicado a Hera en Perachora…
La verdad es que las carreteras están bastante bien señalizadas y los recintos arqueológicos o históricos se encuentran señalizados con carteles marrones; en caso de no existir señal en un cruce nosotras seguíamos recto y parece que esa tónica era la correcta.
La zona costera por la que íbamos nos daba la impresión de que de día hubiera sido muy bonita, pero oscureció completamente y apenas veíamos más que algunas casitas iluminadas, tabernas y mercaditos de venta de fruta en los márgenes de la calzada.
Al llegar al templo de Hera (Ireion) había que dejar el coche arriba y bajar caminando por un sendero. Nos dio un poco de rollo adentrarnos por allí nosotras solas ya que no había un alma, así que decidimos olvidarnos del templo e ir a cenar a una de las tabernas que habíamos dejado atrás.
La taberna ΠΑΝΟΡΑΜΑ (Manopama para mí, Panorama para los griegos) fue la que abrió la veda culinaria griega y donde descubrimos que una artista griega (Eleftheria Arvanitaki) había versionado una canción de Amaral, el universo sobre mí (Kryvomai sto Adio), ¡qué gracia nos hizo oírlo!
Segunda parada fallida: Templo de Hera en Perachora (Heraion)
Seguimos en dirección a Corinto y cogimos el desvío a Loutraki. Cruzamos el canal de Corinto con el coche, pero decidimos parar el día siguiente, ya que nuestro hotel estaba al lado. Conforme conducíamos iba anocheciendo y me daba la sensación de que cuando llegáramos no veríamos nada, en cualquier caso había leído que este recinto estaba abierto al público y se podía entrar fuera la hora que fuera, así que continuamos en dirección a Perachora.La verdad es que las carreteras están bastante bien señalizadas y los recintos arqueológicos o históricos se encuentran señalizados con carteles marrones; en caso de no existir señal en un cruce nosotras seguíamos recto y parece que esa tónica era la correcta.
La zona costera por la que íbamos nos daba la impresión de que de día hubiera sido muy bonita, pero oscureció completamente y apenas veíamos más que algunas casitas iluminadas, tabernas y mercaditos de venta de fruta en los márgenes de la calzada.
Al llegar al templo de Hera (Ireion) había que dejar el coche arriba y bajar caminando por un sendero. Nos dio un poco de rollo adentrarnos por allí nosotras solas ya que no había un alma, así que decidimos olvidarnos del templo e ir a cenar a una de las tabernas que habíamos dejado atrás.
La taberna ΠΑΝΟΡΑΜΑ (Manopama para mí, Panorama para los griegos) fue la que abrió la veda culinaria griega y donde descubrimos que una artista griega (Eleftheria Arvanitaki) había versionado una canción de Amaral, el universo sobre mí (Kryvomai sto Adio), ¡qué gracia nos hizo oírlo!
Después de cenar, nos marchamos al hotel a descansar que el día siguiente se preveía duro…
Habíamos superado nuestra primera tarde en Grecia y al final no se nos había dado nada mal, aunque ver, vimos poquito...
Habíamos superado nuestra primera tarde en Grecia y al final no se nos había dado nada mal, aunque ver, vimos poquito...
Animo a todo el mundo a visitar Grecia!
ResponderEliminarLa verdad es que el comienzo del viaje fue un desastre... ¡Sin GPS!..
En serio, ahora creo que prefiero los mapas...Te marcan carreteras de montaña, por si prefieres escoger otro camino (igual más largo pero más cómodo) y te marcan lugares de interés.
Grecia, toda una aventura. Muy recomendable. Estoy deseando que sigas para rememorar aventuras...
Grecia es uno de los países europeos que más ganas tengo de conocer! Me encanta todo lo que tiene que ver con la historia de la Antigua Grecia!!!
ResponderEliminarEntonces no es tan difícil conducir por Grecia??? Y el problema con el idioma sólo fue en la gasolinera?
Sigue, sigue contando!!
Un abrazo
Hola Cintia, a ver si sigo con la segunda etapa, donde ya comenzamos a ver cositas...
ResponderEliminarM.C., la verdad es que nosotras volvimos encantadas de allí; pero nosotras somos de ver dos piedras juntas y emocionarnos, no te digo nada si se intuye una columna, jejeje...
La conducción muy bien, casi que me gusta más que aquí en España. Allí se utiliza el arcén como un carril más. Si alguien va lento y le quieres adelantar se aparta al arcén y tú pasas, y viceversa, da igual cómo estén las líneas de la calzada. Lo malo es que había mucha carretera de montaña y pocas autovías.
Con respecto al idioma, a excepción del hombre de la gasolinera (que era una persona mayor), todo el mundo hablaba inglés y en Atenas ya oías español. Yo, al final del viaje, ya empezaba a leer en griego...
Me alegro de que os hayais pasado por aquí. Un saludo
Que pena que cogierais cerrado el recinto, pero desde luego esa cena.. !! TENIA UNA PINTAZA !! jejeje
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte de la familia chavetas Helena
¡¡Buenas Chavetas!! ¡Qué alegría veros por aquí!
ResponderEliminarLa verdad es que la comida griega no tiene desperdicio... Ese día empezamos, pero no perdimos comba durante el resto del viaje, jeje.
Respecto a Elefsina...Al final nos acercamos un día desde Atenas y pudimos verlo.
Un saludo
Buenas Helena! No sabes la de veces que me ha pasado eso de intentar arrancar un coche y no poder por algún motivo parecido (y encima trabajo con coches...).
ResponderEliminarEspero nuevas entradas.
Un saludo!
Hola Víctor... En cierta manera me sirve de consuelo, porque anda que no se estuvo riendo Cynthia de mí con la tontería...
ResponderEliminarSaludos
Venga va, me he animado a empezar el relato, Helena!
ResponderEliminarVaya por dios con el coche heheh! Qué buen comienzo!
Aunque la cena.... Me ha dejado empanado!
A ver si saco más tiempo y continuo, que Grecia es un país que tengo muchas ganas de conocer ya que me apasiona la historia del arte en general.
Un saludo!
Hola Blai,
ResponderEliminar¡Que razón llevas! ¡Menudas comilonas nos pegamos todo el viaje! Desde luego, en eso no escatimamos, jejeje.
Un saludo y gracias por pasarte por aquí.
Vuestra segunda etapa fallida para nosotros fue todo un éxito. El templo de Hera (Heraion) de Perachora es espectacular. No solo por los restos arqueológicos, sino por el enclave natural donde están situados. Fue una de nuestra etapas de viaje por Grecia y la verdad que es una visita más que recomendable.
ResponderEliminarDonde encontraron información sobre este maravilloso lugar? La verdad es que no sale en muchas guías turísticas.
Furgotrips, la verdad es que no tuvimos mucha suerte este primer día. Salimos tarde del aeropuerto, sin mapa, ni gps y llegamos a los sitios ya cerrados o de noche. Me quedé con muchas ganas de ver el templo de Hera, pero no pudo ser... Habrá que volver a Grecia (yo encantada).
EliminarUn saludo y gracias por pasar por aquí y animarte a comentar :hello:
Muchas gracias por tu invitación. Encantados de haber encontrado vuestro blog y poder leeros.
EliminarGrecia es un país maravilloso y nosotros volveríamos encantados. Si me permites te enlazo dos vídeos. El primero es un resumen de nuestro viaje al país heleno ;) y el segundo un monográfico sobre el templo de Hera de Perachora.
http://www.youtube.com/watch?v=fWzDTxZ_Mvs&feature=c4-overview&list=UUGQ4SXtE2OlNa0IZn0-LC2g
http://www.youtube.com/watch?v=fWzDTxZ_Mvs&feature=c4-overview&list=UUGQ4SXtE2OlNa0IZn0-LC2g