Hay veces que entras en un hotel
y piensas: ¡Que sitio más encantador! Y no te importaría estar una mañana allí
simplemente tirada en la cama... Pues esa fue exactamente la impresión que tuve
al entrar en el hotel L’Esplanade de Lille y ver las habitaciones que nos habían asignado a los tres bloggers que fuimos
al blogtrip de Lille y su región.
Aunque tiene el nombre de
“guesthouse”, no es la típica casa de huéspedes que nos viene a la mente de
primeras (en las que se comparte habitación con otros viajeros y hay un baño común para todos ellos), sino que se
trata de una casa familiar de 3 plantas, que ha sido completamente reformada
para su uso como hotel y decorada con mucho gusto. Así, han abierto 2 habitaciones
por planta, con baño propio, sumamente amplias.
Llegamos de noche al hotel y,
aunque pude echar un vistazo a la habitación de los compañeros de viaje
(recuerdo especialmente la habitación que le tocó a Meritxel, la Dúplex, que
también me resultó impresionante), me centraré en la que estuve yo: la
habitación Citadelle.
En una tercera planta, sin
ascensor (alguna pega tenía que tener), me recibía una impresionante habitación
de nada menos que 42 m2 de superficie. La cama (de 1’60 m de ancho), con un
curioso cuadro a modo de cabezal, y la enorme pantalla de televisión es lo
primero que llamaba la atención en esta habitación de tipo abuhardillada. Desde
luego con semejante pantalla plana, el que no ve la tele es porque no quiere…
Sin embargo, también había
espacio para una pequeña mesilla con dos sillas en la que tomar un cafetito gracias
a una máquina Nespresso con diversas cápsulas y algo que me resultó muy curioso
fue el diván que había en el otro extremo de la habitación… donde no pude
evitar tumbarme y hacer el chorra un rato (creo que era la primera vez que me tumbaba en uno).
Nos comentaron además que, el
armario que había al lado de la mesita, era en realidad un falso armario que
escondía una pequeña cocina, aunque no tuve ocasión de abrirlo para verlo.
Tres grandes ventanales iluminan
la habitación y, como es habitual fuera de España, no había persianas, aunque
sí se podían bajar unas cortinas para evitar que entrada toda la luz por la
mañana.
La ducha, junto con una pila y
espejo se encuentran integrados en una esquina de la habitación. Aunque no hay
puerta ni separación alguna, la tipología de suelo y pared es distinta, creando
un ambiente diferenciado sobre el resto de la habitación. Lo que sí se
encontraba separado, es el wc, que estaba en una habitación anexa a la que se
accedía a mano izquierda nada más entrar en la habitación.
La guesthouse cuenta con wi-fi
gratuito que llegaba sin problemas a todas las habitaciones.
Los desayunos en el hotel se
sirven en el salón (en la primera planta). Tienen preparada una mesa con diversos alimentos de los que
se pueden elegir diversos tipos de zumos, café, leche, pan, mermeladas caseras,
cereales y algo de bollería. Y, aunque en España estamos acostumbrados a una
mayor variedad de productos, es más que suficiente para recargar las pilas por
la mañana.
Respecto a su ubicación, el hotel
se encuentra relativamente cerca del centro de Lille, a unos 10-15 minutos
andando de la “Grand Place”, aunque también se puede llegar a él en bici,
mediante la V’Lille (con una parada a escasos 100 m del hotel), en autobús (con parada frente al hotel) o en coche, que se puede aparcar en las cercanías
del hotel o en un parking privado, previa reserva y pago de 15 euros.
El precio es acorde a un hotel de
esta categoría y una habitación como la que yo me alojé ronda los 90 - 130
euros/noche. En cualquier caso uno siempre puede ponerse en contacto con ellos
para ver si tienen alguna oferta especial.
En definitiva, si vais a pasar
unos días en Lille, este hotel de gestión familiar es más que recomendable.
Algunos datos prácticos del hotel:
Dirección: 42 B Facade de L’Esplanade - Lille - France
Correro electrónico: contact@esplanadelille.com
Teléfono: + 33 (0)3.66.96.93.86
Coordenadas, para llegar en
coche: Latitud: 50.642358 | Longitud: 3.0535014
La verdad es que es un hotelito muy mono!! Y de verdad que en el armario había una cocina???? :O Lástima que no lo vieras antes para haberle hecho una foto!!!
ResponderEliminarSaludos
Me encantan los hoteles pequeños de gestión familiar y éste tiene una pinta estupenda. Tomo nota porque no conozco la zona de Lille. Saludos!
ResponderEliminarQué chulo está!! Casi es más grande la habitación que te tocó que mi piso :-O
ResponderEliminarMuy bonito el sitio. Me encanta el baño! jeje
ResponderEliminarSi alguna vez viajo a Lille, éste será nuestro hotel ...¡me encanta!
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola chicos!
ResponderEliminar- MC, llegamos muy tarde (a eso de la una de la madrugada, creo recordar) y al día siguiente tocaba madrugar, así que no me iba a poner a toquetear cosas... que además me conozco y seguro que algo hubiera hecho mal... pero sí, es curioso que haya una cocina
- Alícia, en fotos no parece tan impresionante como era in situ la habitación...
- Verónica, sí, jajaja. Es un pasote. Pues tenías que ver la dúplex, que eran dos pisos!!
- María, la verdad es que es muy curioso ver cómo está integrado en la habitación. No se aprecia muy bien pero un pequeño tabique hace que estando en la cama no se vea la ducha (para los pudorosos, jejeje)
- M. Teresa, me gustó tanto que por eso he querido hacerle un post expresamente al hotel ;)
Un saludo a todos y gracias por vuestros comentarios :D
se ve super acogedor el hotelito!!a ver si algunos alojamientos aprenden a tener estilo..... Un saludo
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