A poco más de 40 km de Bucarest, de la capital del país, en mitad de un pequeño islote del lago Snagov se halla uno de los rincones de Rumanía más enigmáticos y sobre los que existe más misterio: el Monasterio de Snagov. 

El monasterio, como otros tantos del país, es de estilo bizantino y sus paredes están ricamente decoradas con frescos medievales, haciendo de ésta una visita realmente interesante. 

Pero si por algo es famoso este lugar es porque cuenta la leyenda que allí descansan los restos de Vlad Draculea, el príncipe rumano que, conocido como “Tepes o el empalador” (por su gran afición a esta práctica de tortura), inspiró a Bram Stoker para dar vida a su afamado personaje de Drácula.

Excavaciones arqueológicas del año 1933 determinaron que a mediados del siglo XIV ya existía en el lugar una pequeña capilla, aunque no fue hasta 1408, al aparecer en un título de propiedad de Mircea el Viejo (abuelo de Drácula), que se tiene constancia escrita del lugar. En aquella época poseía grandes muros de defensa e incluso una torre de vigía (que también hizo las veces de campanario). Ya en el año 1485 el Príncipe Vlad Tepes (Drácula) lo equipó con una cárcel y se dice que incluso llegó a hacer construir un túnel bajo el agua.

Lamentablemente el tiempo hizo mella en ella y de todas aquellas construcciones, hoy en día sólo se conservan la iglesia, una campana, un pozo y algunas ruinas de la cárcel y cuarto de tortura.

Las historias cuentan que Drácula fue asesinado en alguno de los bosques cercanos, traicionado por sus caballeros y la iglesia ortodoxa (a la que no le gustó que el príncipe se casara con una católica) y que, a su muerte, algunos monjes llevaron sus restos a esta iglesia. Se dice también que fue decapitado y que su cabeza fue enviada al sultán del Imperio otomano (turco) como prueba de que el enemigo, el gobernador de Valaquia, había muerto.

Sin embargo, pese a haber tratado de verificar la leyenda analizando los restos contenidos en la tumba, las excavaciones tan sólo revelaron una mezcla de restos de caballo y humanos, envueltos en ropas caras, que no pudieron confirmar éste como el lugar de descanso de Drácula. ¿Será que, como se dice, Drácula esquivó a la muerte?

Realidad o leyenda, al visitar el lugar (y más, en días de niebla, como fue nuestro caso), es inevitable pensar que el rey de los vampiros podría estar cerca de ti… vagando sin descanso cada noche por aquellos parajes.