Amanecía en Hallstatt, pero era
ya hora de dejar atrás la ciudad para dirigirnos a uno de los lugares que más
me sorprendió de todo el viaje: las minas de sal de Hallein (y es que dentro disfruté
como una enana, vamos, que me lo pasé pipa).
Allí, en las cercanías de
Hallein, concretamente en las entrañas de la montaña Dürrnberg, es donde se
halla unas de las más antiguas minas del mundo, siendo la clave de la gran prosperidad en el pasado de Salzburgo (situada a escasos 20
kilómetros): la sal o el “oro blanco”. El descubrimiento de estas minas y la
explotación de esta preciada sustancia,
en una zona tan alejada del mar, proporcionó a la región una gran prosperidad y
a ella se debe la riqueza económica, artística y arquitectónica de la ciudad de
Salzburgo.
Sin embargo, la extracción de la
sal gema en Austria tiene una historia milenaria, pues en el interior de la
salina de Hallein (ahora cerrada a la explotación y utilizada únicamente como
atracción turística) fueron hallados instrumentos de extracción y restos
humanos que se remontaban al período céltico, entorno al 600 a.C.. De hecho, se
cree que el nombre del lugar deriva de la palabra céltica “hall”, que querría
decir precisamente “sal”.
Al llegar allí dejamos el coche
en un parking gratuito y nos dirigimos a sacar nuestras respectivas entradas.
Aún teníamos que esperar un poco para que la visita empezara y estuvimos observando
las vitrinas y paneles que había por la sala.
Lo curioso de este lugar es que la
visita no se limita a una simple excursión a las entrañas de la tierra para estudiar
su geología o las excavaciones de los mineros en ella, sino que se trata de un
recorrido divertido, en el que se emplean diversos medios de transporte, muy
enfocado a familias con niños (o a almas jóvenes como la mía).
Así, a la hora indicada, antes de
introducirnos en el corazón de la montaña, nos equiparon con unos monos blancos,
al más puro estilo minero, con los que nos pertrechamos para dar comienzo a la
aventura. Una vez que todo el grupo estaba listo y vestido para la ocasión comenzaba
la visita introduciéndonos en la montaña a lomos de un pequeño tren minero que
nos trasladó hasta el lugar en el que daba comienzo la excursión a pie.
A lo largo del paseo, un guía nos
acompañaba realizando diversas explicaciones en alemán e inglés (aunque se
podían solicitar audioguías para atender a las explicaciones en otros idiomas).
Recorriendo los distintos túneles excavados por los mineros, uno se da cuenta
del duro trabajo que éstos realizaban, se pueden analizar los materiales que allí
se extraían, se comprende la historia y el auge de la riqueza de los Príncipes Arzobispos
de la ciudad de Salzburgo (dueños de las minas) gracias a breves clips
multimedia que resumían de una forma muy entretenida la historia de la ciudad,
pero también pudimos divertirnos (y os aseguro que yo me lo pasé como una
enana), bajando alguno de los desniveles de la mina utilizando los toboganes
creados por los mismos mineros.
Bajo tierra, además, cruzamos en
dos ocasiones la frontera austríaca, recorriendo durante un pequeño tramo una
pequeña porción de las galerías alemanas, para terminar la visita a bordo de
una barca recorriendo un lago de sal subterráneo con música de fondo e
iluminado de una forma muy chula.
Al salir de la mina, depositamos
los monos en las consignas de las que los habíamos tomado. Nos habíamos reído
mucho con aquellas bajadas de toboganes y, sin darnos cuenta, también habíamos aprendido
algo más de la historia de la zona.
Os dejo un vídeo-resumen de nuestra visita a las minas de Hallein:
En el exterior de la salina existe una reconstrucción de una aldea céltica que nosotras visitamos a la salida de la mina, en la que ver la tipología habitual de viviendas o talleres de trabajo.
Prácticamente habíamos echado la
mañana por allí, y ya era hora de regresar a Alemania para visitar nuestro
siguiente punto de la ruta, el Nido del Águila. Pero eso mejor os lo cuento en
otra entrada.
Me ha encantado, Helena. Tiene que ser súper interesante además de divertido. ¿Y eso de cruzar la frontera austríaca dos veces? ¡Menudo puntazo! Saludos
ResponderEliminarYo me quedé con ganas de poder ir a una mina de sal cuando estuve en Salzburgo. Otra vez será! Yo creo que soy también de espíritu joven y me lo habría pasado pipa!!
ResponderEliminarMe ha gustrado mucho la visita.
ResponderEliminarUn saludo
Carmen
Siempre nos traes visitas y lugares originales y siempre nos divertimos un montón contigo y descubrimos cosas nuevas.
ResponderEliminarGenial, como siempre, Helena.
Un abrazo
Decía yo que me sonaba este lugar: yo estuve! Fui en 2006 con mis padres y mi hermana y nos encantó! Tenemos las mismas fotos con esos trajes blancos, buenísimo! Y ese tobogán hacia abajo, lo que nos reímos! Me encanta ver que alguien ha estado también en este sitio, qué recuerdos! Había olvidado ya que era en Hallein, yo solo recordaba que fuimos desde Salzburg... Un saludo, te esperamos por nuestro blog!
ResponderEliminarAys me quedé con las ganas de ir, me parece un sitio superinteresante. Las minas me recuerdan a las pelos de Indiana Jones, jajaja, y eso me mola. Cuando vuelva no me lo pierdo. Muy buena entrada. Un abrazo Helena :-)
ResponderEliminar¡Qué bueno! Yo también quiero hacer esta visita alguna vez! :D Además de divertida, parece muy instructiva jejeje. Un abrazo!
ResponderEliminarMuy entretenida e interesante la entrada. Me apunto la excursión para una futura visita. ¡A ver que año cae!
ResponderEliminarUn abrazo, viajera!
¡Hola a todos!
ResponderEliminar- Alícia, yo me lo pasé pipa. La verdad es que había leído opiniones positivas, pero también negativas (por ser demasiado turístico) pero mi opinión no puede ser mejor, si hasta me quedé con ganas de bajar un par de veces más en esos toboganes, jejeje
- Mari Carmen, no veas lo que me reí bajando por esos toboganes y el resto de la visita es también muy interesante, se aprenden muchas cosas de la historia de Salzburgo
- Carmen O. muchas gracias. Me alegro de que te haya parecido interesante
- Libreta Viajera, bueno, vosotros tampoco os quedáis cortos en cuanto a visitas interesantes. Me alegro que os haya gustado el lugar. Yo me lo pasé muy bien visitándolo
- Ameseros Viajeros, ¡qué bueno! Yo me lo pasé muy bien y veo que no fui la única. En la visita no paraba de pensar en mis sobris que se lo hubieran pasado genial (como yo)
- Calíope, es un sitio muy interesante. Siempre se aprenden cosas en este tipo de visitas pero si además lo haces de una forma amena y divertida, mejor que mejor
- Aran, sí, lo es. Recuerdo los clips de vídeo que nos pusieron y, de una forma muy graciosa, explicaban la historia de Salzburgo y cómo ésta estaba ligada a las minas de la zona
- Con autocaravana y sin ella, me alegro que os haya parecido interesante. A nosotras nos encantó
Un saludo a todos y muchas gracias por vuestros comentarios :hello:
Un lugar de los que me gustan! ... supongo que ya no serán visibles los restos humanos no ? ... aún así ... vaya vaya ... qué gran lugar!
ResponderEliminar