Lagrasse y su ciudadela medieval


Antes de acabar la primera jornada de viaje, en nuestra ruta hacia Ginebra, decidimos parar en Lagrasse, otro de los incluidos en la lista de "pueblos más bonitos de Francia" que nos habíamos dejado pendiente en nuestra anterior escapada por el sur del país y que, dado que nos pillaba de camino a Carcassonne (donde dormiríamos aquella noche), decidimos acercarnos a conocer. 

Lagrasse, Francia

Se trata de un bonito pueblo, situado en el valle del Orbieu, cuyos orígenes se remontan a la época de construcción de la abadía que allí existe (la leyenda cuenta que fue el mismísimo Carlomagno el que fundó el conjunto monástico en el año 783). Gracias a los donativos de la gente, ésta comenzó a despuntar y a prosperar y con el tiempo se fue desarrollando la ciudad a su abrigo.

Plano de Lagrasse, Francia

La abadía, junto al pueblo medieval, separados por el río Orbieu, con su puente de piedra en medio del valle, conforman una bonita estampa, sin duda, pero he de decir que otros pueblos de Francia me han llamado más la atención. Aun así, está bien recorrer sus calles medievales y tratar de descubrir los lugares en los que aún se puede ver algún resto de los antiguos muros defensivos de la ciudad.

Lagrasse, FranciaAl llegar a Lagrasse dejamos el coche en el parking que han habilitado para el turismo en las afueras de la población y nos dirigimos hacia su centro a pie. Nuestra meta era la oficina de turismo pues queríamos hacernos con un mapa. De camino dimos a parar con la Iglesia de Saint-Michel que, en estilo gótico, se encuentra encajonada entre las calles del pueblo y prácticamente pasa desapercibida. No pudimos entrar porque nos la encontramos cerrada, así que decidimos seguir la ruta turística marcada en el mapa que tomamos de la cercana oficina. 

Así comenzamos a andar por la población en dirección al antiguo “Couvent des soeurs Nevers” y desde allí hacia el mirador que hay cerca de la “Tour de la Plaisance”, una torre defensiva del siglo XII, vestigio del antiguo amurallamiento. Desde allí es de dónde se obtiene alguna de las mejores panorámicas de la abadía. 

Lagrasse, Francia

Lagrasse, Francia

Volvimos sobre nuestros pasos en dirección a la “Puerta del agua”, la única que se conserva de las cinco que daban acceso a la villa y que formaba parte también de las antiguas fortificaciones medievales que se vieron reforzadas a finales del siglo XIV. Recientemente la puerta ha sido reconstruida siguiendo el patrón marcado por antiguos documentos, aunque se cree que estaba defendida por una torre (sobre la que habría una gran atalaya) y una barbacana. Su curioso nombre proviene de la proximidad de ésta al río Orbieu. 

Lagrasse, Francia

Seguimos paseando por el margen del río, para cruzarlo más adelante en una animada zona de baño. 
Poco después llegamos a la joya de la población, la abadía de Sainte-Marie d’Orbieu

Lagrasse, Francia

La Abadía de Santa María sigue dominando el pueblo hoy en día… Fundada por el abad de Narbona, Nimphridius (Nebredius), en el siglo VII (aunque venda más la historia de que fue fundada por Carlomagno al producirse un milagro en el lugar), lo cierto es que adquirió el rango de abadía en el año 779.

Tras un período de gran prosperidad entre los siglos IX y XII…  la peste negra de 1348, la Cruzada contra los albigenses y la Guerra de los Cien Años le pasaron factura y, aunque fue en este periodo de tiempo (entre los siglos XIII y XV) cuando fue reforzada y dotada de esa torre de base octogonal de 40 metros de altura (construida a semejanza de la de la catedral de Mirepoix), que llama tanto la atención, finalmente durante la Revolución francesa fue subastada y la comunidad de monjes que allí existía se disolvió.

Lagrasse, Francia

Lagrasse, FranciaTras años de abandono, recientemente se vio sometida a una intensa restauración, que hizo que una orden de monjes retornara allí en 2004 y que da como resultado el impresionante monumento que vemos hoy en día. 

Para cuando nosotras llegamos a la entrada de la abadía estaban a punto de cerrar (apenas quedaban 5 minutos), pero nos hicieron el favor de dejarnos entrar de forma gratuita si prometíamos estar de vuelta a la hora exacta, así que así lo hicimos. 

Hay que tener en cuenta además que algunas zonas no se pueden visitar ya que hay monjes allí viviendo. Dado el poco tiempo que teníamos apenas pudimos recorrer la planta baja donde se encuentra el claustro, la capilla, la bodega, la panadería, la sacristía y el patio. 

Así, tras esta sucinta visita, regresamos al casco urbano de la ciudad a través del Pont Vieux que data del año 1303 y que antiguamente era el único medio de comunicación entre ambas orillas del río. 

Lagrasse, Francia

Llegamos a la Plaza de Hall dónde se encuentra el mercado cubierto, una joya de la arquitectura medieval (data de 1315), que atestigua la importancia de las ferias que se celebraban antaño allí.

Lagrasse, Francia

Allí pusimos punto y final a nuestra visita a Lagrasse. Regresamos al coche y pusimos rumbo a Carcassonne. El día siguiente visitaríamos otros interesantes lugares ya moviéndonos hacia el norte.

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Helena - Mimaletayyo

Ingeniero de caminos de profesión, la pasión por viajar y su curiosidad por conocer mundo ha hecho que dedique parte de su tiempo a ello. Entusiasta por conocer vestigios de antiguas culturas y civilizaciones, pero también naturaleza y modo de vida actual.

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