Recuerdo que cuando estaba preparando el viaje a Croacia, leí del Parque Nacional Krka que era similar al de Plitvice aunque un poco más pequeño y que además tenía el aliciente de que en él te podías bañar… Un parque natural, rico en flora y fauna, por el que se pueden hacer recorridos a orillas del rio Krka para ver sus saltos y cascadas. Con semejante referencia teníamos que incluirlo en la ruta de viaje y hacia allí nos dirigíamos este día. 

Aunque con las visitas de Nin y Novigrad se nos había ido algo de tiempo, esperábamos dedicarle al parque el resto de la tarde. 

El Parque Natural de Krka tiene 5 accesos diferentes ya que se pueden visitar 5 zonas diferentes: Skradin, Lozovac, las Roski Slap, el monasterio de Krka y el yacimiento arqueológico de Burnum. 

Nosotras accedimos desde la localidad de Skradin, donde se encuentra una de las entradas principales. Además, es un bonito pueblo por el que bien merece dar una vuelta antes de acceder al parque. El parking de hecho se encuentra en la entrada al pueblo, mientras que las taquillas para comprar las entradas al parque se encuentran al final de la localidad, en la Oficina de Turismo. 

Allí podremos informarnos de horarios y en función de los lugares que queramos visitar comprar unos trayectos en barco u otros… Aunque es conveniente saber que también se puede acceder al resto de lugares en coche. 

[ Horarios / Precios / Mapa del Parque ] 

A pocos metros del punto de información se encuentra el embarcadero. Desde allí salen los barcos que, aunque pueden albergar a unas 100 personas, suelen estar a tope y habrá que esperar haciendo cola… Los botes salen aproximadamente cada hora, aunque en temporada alta tienen algo más de frecuencia. Así, tras una media hora de travesía llegamos finalmente al embarcadero de Skradinski Buk donde comienza la visita. 

En ese punto se hallan algunos restaurantes, pequeñas tiendas o kioskos de souvenirs y baños públicos, pero algo más allá, ya ante nosotras, la famosa Cascada Skradinski, la más fotografiada y conocida de todo el parque. Y no es para menos, ya que es espectacular… 

Es precisamente allí donde los visitantes nos podemos bañar, aunque sólo en una zona delimitada con boyas de seguridad. Se trata del único punto del parque en el que se puede hacer. Y nosotras bien que lo aprovechamos, aunque lo cierto es que había bastante gente. También aprovechamos el momento de relax para, antes de continuar la ruta, aprovechar para comer en uno de los restaurantes de la zona…

Atravesamos la pasarela que cruza frente a la cascada y empezamos la ruta “La Maravilla de Krka” que tiene una duración de una hora y que nos llevó por la central hidroeléctrica, y las diferentes orillas del río, disfrutando del paisaje, repleto de cascadas y lagos y haciendo fotos en cada uno de los miradores con los que nos encontrábamos. 

En el trayecto encontramos un desvío que permitía continuar la excursión con otra ruta, pero se nos había ido el tiempo de las manos y seguramente nos íbamos a quedar sin transporte de vuelta, por lo que nos centramos únicamente en la que estábamos recorriendo. 

Sin embargo, hay otros lugares de interés de krka, que también se pueden visitar:

Roški Slap es otro conjunto de cascadas algo más pequeñas, conocidas como “collares”, visitables mediante un ferry que sale de Skradinski Buk o por carretera. 

Visovac, es una isla situada en medio del río Krka. Allí se encuentra el Monasterio franciscano de Nuestra Señora de la Misericordia y la Iglesia de Nuestra Señora de Visovac que datan de 1445. El monasterio posee un importante valor cultural en forma de libros y manuscritos y por su colección de vestimenta religiosa y vajillas antiguas. Es accesible por ferri desde Skradinski Buk pero también por carretera. 

El Monasterio de Krka es un centro espiritual cuya construcción original data del año 1402. Junto éste se halla una iglesia de estilo bizantino y bajo ella, las antiguas catacumbas romanas (que también se pueden visitar). Se puede acceder en barco desde Roski slap tras 2 horas y media de trayecto, o por carretera. 

Localidad arqueológica de Burnum. Se trata de un campamento militar romano construido en el siglo I para vigilar el curso del río de Krka. Se pueden ver los arcos del cuartel, un anfiteatro militar y los muros del campo de entrenamiento. Los restos hallados en excavaciones arqueológicas (armas y utensilios) se exponen en un pequeño museo existente allí. 

Cuando acabamos nuestra ruta por el parque, pusimos punto y final a la jornada y nos dirigimos hasta Sibenik. Ese día nos habíamos pegado un capricho e íbamos a alojarnos en un hotel con piscina y playa privada, por lo que decidimos regresar relativamente temprano y aprovechar un poco las instalaciones del hotel… El día siguiente seguiríamos con las visitas culturales.