Un día en Helsinki, ¿qué ver?


A media mañana estábamos aterrizando en Helsinki. Nuestro viaje por Estocolmo en fin de año y por Laponia en Año nuevo había terminado, pero aún nos quedaba toda una jornada por delante para descubrir la capital finlandesa.

Helsinki, Finlandia


¿Cómo ir del aeropuerto de Helsinki (Vaanta) al centro de la ciudad? 

La verdad es que cuando salimos del aeropuerto estábamos un poco perdidas (o quizás dormidas) … Finalmente nos montamos en un autobús de Finnair que hacía la conexión entre el aeropuerto y la estación central de tren, pero existen otras opciones: 
  • Un autobús de línea regular: aparte del autobús de Finnair que habíamos cogido nosotras, otras líneas, como la 415, 615 o la 617 llevan también a Helsinki. Además, el número 620 tiene horario nocturno. Nosotras volvimos al aeropuerto de esta manera el día siguiente, en el número 615. 
  • En tren: al parecer existe una línea circular que sale hacia o bien hacia el oeste (I-Train) o bien hacia el este (P-Train) y que en alrededor de media hora te lleva al centro de la ciudad. 
  • Por último siempre queda la opción del taxi, aunque el coste puede llegar hasta los 40-50 €. 
Lo primero que hicimos nosotras al llegar fue dirigirnos al hotel, para dejar las maletas y planear nuestros próximos pasos. 

¿Dónde dormir en Helsinki? 

Nosotras nos alojamos en el Cumulus Kaisaniemi, que estaba muy bien situado, cerca de la estación de trenes y del centro de la ciudad, pero que era muy, muy básico. .

Mapa de Helsinki, Finlandia


Pero bueno, tocaba salir a empezar a recorrer la ciudad. Sobre todo… tocaba comer. 

Habíamos localizado en Trip Advisor un restaurante con muy buenas críticas, el restaurante vikingo Harald, y hacia allí que nos dirigimos. Vamos, comimos como reinas y para más inri tenían hasta cerveza sin gluten, con lo cual yo salí de allí bastante contenta. De hecho, ni siquiera cenamos…

Comiendo en Helsinki, FinlandiaComiendo en Helsinki, Finlandia

Al salir de allí ya podíamos empezar a caminar y descubrir la ciudad. El centro de Helsinki no es muy grande, y en nada llegábamos a nuestra primera parada, la Catedral de Helsinki o Tuomiorkirkko, aunque antiguamente era conocida como Iglesia de San Nicolás (en honor al zar de Rusia). Se trata de una catedral luterana ubicada en plena Plaza del Senado. Fue levantada por Ludvig Engel que trabajó en ella desde 1818 hasta su muerte en 1840. 

Helsinki, Finlandia

A las horas que llegamos se encontraba cerrada, aunque el día siguiente por la mañana sí que la pudimos visitar por dentro (aunque apenas cuenta con un órgano y un par de lámparas en su interior). Lo curioso es que había un espectáculo de luces en los principales monumentos de la ciudad y la iglesia comenzaba a iluminarse en ese momento. 

Su fachada, incluso con esa curiosa iluminación, es uno de los símbolos de la ciudad. 

Como también lo es la propia Plaza del Senado, de un indudable estilo neoclásico (obra también de Carl Engel). Allí se hallan otros monumentos como el Palacio del Consejo del Estado, el Edifico Central de la Universidad y la Sederholmin Talo, un museo situado en el edificio más antiguo de la ciudad. 

Seguimos caminando en dirección a otro de los símbolos de la ciudad, la Catedral ortodoxa Uspenski. Ubicada en la cima de una pequeña colina, se trata de la iglesia ortodoxa más grande de toda Europa Occidental. Fue diseñada por el arquitecto ruso Alexey Gornostaev y construida entre los años 1862 y 1868 en ladrillo rojo proveniente de una fortaleza situada en las Islas Åland.

Helsinki, Finlandia

Desde allí divisábamos la Noria de Helsinki (o Finnair Sky Wheel), una noria de 40 metros, situada en el puerto. Y aunque estuvimos dando una vuelta por la Península de Katajanokka, regresamos al poco a la zona del puerto, donde ubicamos la terminal de los ferrys que parten hacia la isla Suomenlinna (donde iríamos la mañana siguiente) y donde estuvimos andando por el pequeño mercadillo de navidad que allí había (Kauppatori). 

Nos adentramos a través de uno de los parques más grandes del centro de Helsinki, Esplanadi, que no es más que un paseo alargado situado entre las calles “Pohjoisesplanadi” y “Eteläesplanadi” conectando el verdadero centro de la ciudad con la zona del puerto. 

A partir de este punto, creo que debido al espectáculo de iluminación que estaba teniendo lugar en la ciudad, la cantidad de gente que había por allí llegaba a ser agobiante… la marea de gente nos empujaba a través de la Esplanadi y, aunque había un par de lugares que yo quería ver todavía, decidimos abortar la misión, dar por zanjada la jornada (que también era tarde ya) y regresar al hotel. 

La mañana siguiente la dedicaríamos a la visita a la Isla Suomenlinna, que es Patrimonio de la Humanidad.

Helsinki, Finlandia - Isla Suomenlinna

Así, tras levantarnos y desayunar, pusimos rumbo al puerto, tal y como habíamos llegado la noche anterior, pero esta vez teníamos claro el objetivo. 

Visita de la Isla Suomenlinna

Helsinki, FinlandiaSacamos los tickets en Mercado viejo de Helsinki o Vanha Kauppahalli, inaugurado en 1889, con multitud de puestos de alimentación y que se convirtió en el primer mercado de estas características que se abrió en toda Finlandia, ya que antiguamente todo este tipo de productos se vendían en las calles. Al parecer el mercado está abierto de lunes a sábado entre las 8 y las 18 horas.
la máquina expendedora de los ferrys de HSL y, como aún teníamos media hora para que éste saliera, decidimos dar una vuelta por el puerto. Nos acercamos al

Regresamos a la terminal del ferry, pues iba ya a zarpar, y en cosa de 20 minutos nos trasladó a la Fortaleza de Suomenlinna, declarada Patrimonio de la Humanidad por UNESCO en 1991 por su gran valor histórico. No contábamos con mucho tiempo de visita, ya que queríamos coger el ferry de vuelta de las 13:00h por lo que omitimos la visita a los museos y a la iglesia, que estaba cerrada el día de nuestra visita.

Helsinki, Finlandia

Existe una ruta prefijada de un kilómetro y medio, la ruta azul, que nos lleva por sus principales puntos de interés, desde el embarcadero del muelle hasta la Puerta del Rey.

Helsinki, Finlandia - Mapa de la Isla Suomenlinna

La fortaleza Sveaborg (o “castillo sueco”, como se la conocía al principio) se construyó sobre seis islas frente a Helsinki en el año 1748, cuando Finlandia formaba parte de Suecia (ya que Finlandia declaró su independencia en 1917), para defenderse de la Rusia Imperial. Aunque en 1808 sucumbió y fue utilizada como base naval rusa. Es en ese momento es cuando se construye la iglesia, cuya torre fue usada como faro. Años más tarde, con la independencia de Finlandia, la isla cambió su nombre (el nombre actual significa “castillo finlandés”) y se convirtió en prisión, e incluso algo más tarde, durante la Segunda Guerra Mundial fue utilizada como batería antiaérea.

Helsinki, Finlandia - Isla Suomenlinna

El paseo nos lleva por el dique seco más antiguo de Finlandia o por el patio de armas, donde se encuentra la tumba del fundador de la fortaleza, Augustin Ehresvard.

Helsinki, Finlandia - Isla Suomenlinna

Seguimos caminando a través de lo que fue la línea de defensa costera de la fortaleza original en la que los rusos construyeron sus cañones y principales estructuras de defensa (en la zona conocida como Kustaanmiekka).

Helsinki, Finlandia - Isla Suomenlinna

Al final del recorrido, la Puerta del Rey, la entrada ceremonial por la que desembarcó el rey Adolfo Federico de Suecia en 1752, y el verdadero símbolo de Suomenlinna.

Helsinki, Finlandia - Isla Suomenlinna

Helsinki, Finlandia - Isla Suomenlinna


Helsinki, Finlandia - Ferry Isla SuomenlinnaA lo tonto, se nos había ido el tiempo de las manos y, a pesar de pegarnos una señora carrera de vuelta, perdimos el ferry de las 13:30h… ¡madre mía! Y el siguiente salía en hora y media… Ni qué decir tiene que empezamos a sufrir por si llegábamos a coger el vuelo o no… Afortunadamente también nos habíamos confundido con la hora de salida del avión, que finalmente era más tarde de lo que pensábamos, por lo que, aunque con miedo en el cuerpo, salimos del atolladero. Eso sí, aprovechamos para comer en el restaurante del puerto de la isla… sin tener mucha variedad (una sopa de salmón y una ensalada) la verdad es que comimos bastante bien. 

Tras regresar a tierra firme, fuimos al hotel, recogimos los bártulos y nos dirigimos a la Estación de tren de Helsinki, donde cogeríamos el transporte urbano, un autobús de línea, que nos llevara al aeropuerto. 

La pista de patinaje sobre hielo o Jääpuisto Ice Park, frente a la estación, era nuestra última visión de Helsinki. Personalmente, me quedé con ganas de ver la Temppeliaukio o Iglesia de Piedra cuya peculiaridad es que se encuentra encajada entre rocas y eso le proporciona una excelente acústica para conciertos, pero como dicen, hay que dejarse siempre cosas pendientes para la próxima vez, ¿no?


Ahora sí, nuestro viaje acababa.

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Helena - Mimaletayyo

Ingeniero de caminos de profesión, la pasión por viajar y su curiosidad por conocer mundo ha hecho que dedique parte de su tiempo a ello. Entusiasta por conocer vestigios de antiguas culturas y civilizaciones, pero también naturaleza y modo de vida actual.

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