Valladolid y sus cenotes, México

Al salir de Ek Balam, nada más salir por el portón de la entrada, unos chicos se acercaron para proponernos que fuéramos al cenote Xcanche, que se encuentra justo al lado de la entrada a Ek-Balam, y con el que incluso comparte parking. Yo no tenía en mi lista de visitas este cenote y no estábamos muy seguras de ir o no… pero además, tampoco nos gusta sentirnos observadas mientras decidimos qué hacer, por lo que declinamos la oferta y seguimos con el planning previsto.  Al parecer tiene tirolinas, se puede hacer rappel, debe ser interesante… 


Visitando el cenote Suytun

La verdad es que en la zona hay tantísimos cenotes que es imposible visitarlos todos. Conviene hacer una selección antes de ir al viaje. De los que sí llevábamos anotados, Xkeken y Samula estaban cerrados por renovaciones, así que pusimos rumbo al cenote Suytun, que se ha hecho muy famoso en Instagram en este último tiempo. 

Cenote Suytun, Yucatan

No sabíamos cómo funcionaban los cenotes, o lo que nos íbamos a encontrar, pero al final son todos muy similares… Por lo general, son recintos cerrados que pertenecen a un propietario privado. Al llegar, en la taquilla de entrada, se compra la entrada de lo que quieres visitar. Algunos cenotes tienen restaurante, bares, tiendas, vestuarios y taquillas para guardar tus cosas y en ocasiones se venden paquetes tipo “visita al cenote + comida”.  Al llegar a Suytun, dado que era ya pasado mediodía y no habíamos comido, decidimos comprar uno de estos paquetes y lo primero que hicimos fue ir a comer para familiarizarnos con el recinto. 

Tras recargar energías, nos dirigimos hacia los vestuarios para ponernos los bañadores, nos dimos una ducha (obligatoria antes de entrar), nos colocamos los chalecos salvavidas y nos dirigimos a la entrada del cenote Suytún. Las taquillas son de pago, por lo que bajamos al cenote con nuestras mochilas (mientras nos bañábamos las dejamos en las gradas de acceso y, como las teníamos controladas, no tuvimos problemas). Cerrado prácticamente en su totalidad, un único agujero en su techo deja pasar unos rayos de luz, que en combinación con las preciosas estalactitas colgando del techo, hacen del lugar un recinto mágico. 

Una pasarela en el centro permite posar y sacar la típica foto, previa espera de una pequeña cola. Yo, como si fuera una influencer de pro, quise darme el gusto de posar para la típica foto, pero después estuvimos bañándonos en sus frías aguas (o más bien flotando), dejando el tiempo pasar. Aunque no en exceso, porque sólo se puede estar 1:30h como máximo en el cenote. 

Cenote Suytun, Yucatan

Cuando nos cansamos de bañarnos en este cenote, decidimos salir y dirigirnos al segundo cenote que hay en el recinto, el Cenote Suytun kaapeh. Tras el primero, este cenote no parece tan espectacular, pero merece la pena pasar a verlo. Es un cenote semiabierto, con una gran abertura en la parte superior y aunque sus aguas son menos claras también podemos bañarnos. Yo, entré un ratito, y cuando me cansé decidimos ir hacia el siguiente cenote que teníamos apuntado. 

Cenote Suytun Kaapeh, Yucatan


Visitando el cenote Oxman

Sin quitarnos los bañadores, nos metimos en el coche para dirigirnos hacia Oxman. Este cenote tiene una particularidad y es que forma parte de una Hacienda, la Hacienda San Lorenzo. En esta hacienda se puede pasar todo el día de relax y disfrutar no solo del cenote, sino también del restaurante y de la piscina exterior (al parecer la piscina se llena con la misma agua que la del cenote).

Oxman, Yucatan

Al llegar, pagamos nuestra entrada y entramos al recinto. Pero antes de bajar nos acercamos a un mirador que hay justo arriba. Desde allí se puede apreciar lo profundo y grande que es el cenote, espectacular con todas las raíces de árboles colgando por sus laterales. Es bastante profundo, con más de 40 metros. Si se te cae algo puedes darlo por perdido.

Después, nos dirigimos a la pequeña entrada de acceso, donde descendimos la escalera que nos llevó hasta la orilla de agua del cenote. Se puede nadar en sus aguas simplemente, o bien, lanzarte al agua desde una cuerda colgante. 

Cenote Oxman, Yucatan

El lugar estaba a tope de gente, pero decidí lanzarme a la aventura y probar eso de saltar desde la cuerda. La primera vez fue catastrófica, nada de glamour para la menda… conforme salté, no aguanté ni un segundo mi peso y caí directa al agua cual peso muerto… así que lo intenté una segunda vez, que no se diga… y esta vez fue mejor. La zona de salto, se encuentra delimitada de la zona de nado, pero había tanta gente que no le vi mucho sentido a quedarnos mucho más tiempo. En cosa de media hora, liquidamos la visita. 


Ruta para ver lo más importante de Valladolid

Así finalmente nos dirigimos hacia Valladolid, al hotel Casa Juan, donde íbamos a pasar esa noche. Hicimos el check-in en el hotel y antes de que anocheciera salimos a pie a recorrer el centro de la ciudad. 

Mapa de Valladolid, Yucatan


Calles de Valladolid, Yucatan

El hotel se encuentra en las afueras del centro, y la verdad es que parecía una zona muy pobre y abandonada, pero conforme nos íbamos acercando a la plaza de la ciudad, en pleno centro, la estampa cambiaba. Valladolid es una preciosa ciudad colonial y la zona centro está realmente bien cuidada y conservada.

Plaza Principal, Valladolid, Yucatan

La Plaza Francisco Cantón Rosado o Parque Principal es el centro neurálgico de la ciudad, nombrada en honor a Francisco Cantón Rosado, un político y militar vallisoletano del siglo XIX. En su centro se encuentra la fuente “la Mestiza”, una mujer yucateca con vestimenta tradicional y un jarrón en el brazo que conmemora la unión de la cultura maya e hispánica. Justo allí veíamos por primera vez las típicas enfrentadas, esas sillas tan típicas de esta región de México (que nos iríamos encontrando en lo sucesivo por todos los pueblos que visitamos). La plaza estaba muy animada, con puestos y un bonito color rosado al atardecer.

A lo largo de la plaza encontramos gran parte de los edificios de interés de la ciudad, como el Templo de San Gervacio o el Palacio Municipal. Al Palacio municipal se puede acceder gratuitamente, ya que en él se ubica la oficina de turismo. Se puede pasar al Salón de los Murales donde hay pinturas sobre hechos históricos de la ciudad y se puede salir a sus balcones para contemplar la plaza desde las alturas. Como era ya tarde nosotras no entramos. 

La Iglesia de San Gervacio, fue edificada en 1545 utilizando piedras de una antigua pirámide maya que se encontraba en la plaza. En una de sus torres se puede ver un cañón que fue usado contra los indios rebeldes que iniciaron la Guerra de Castas en 1848. 

Iglesia de San Servacio, Valladolid, Yucatan

Desde la plaza nos adentramos por la calzada de los frailes, una calle repleta de casitas de colores, muy pintorescas. Esta era la calle, que unía el centro histórico con el barrio de Sisal. En el barrio de Sisal vivía la mayor parte de la población maya de la ciudad, por lo que, con el objetivo de evangelizarlos, los franciscanos mandaron construir, en el siglo XVI, el Convento de San Bernardino de Siena. Es el segundo más antiguo de la península de Yucatán.

Calzada de los frailes, Valladolid

Calzada de los frailes, Valladolid

Nosotras no pudimos visitar el convento, ya que para cuando llegamos se encontraba ya cerrado, pero dicen que es interesante. Eso sí, nos hicimos la típica foto con las letras de coleres de Valladolid. Por la noche, se proyecta un “mapping” sobre la fachada del convento, pero estábamos cansadas y dado que empezaba a anochecer decidimos regresar al restaurante de nuestro hotel nos había dado muy buena impresión para cenar allí. Todo un acierto y un gran punto y final a nuestra jornada. 

Convento de San Bernardino de Siena, Valladolid

Convento de San Bernardino de Siena, Valladolid

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Helena - Mimaletayyo

Ingeniero de caminos de profesión, la pasión por viajar y su curiosidad por conocer mundo ha hecho que dedique parte de su tiempo a ello. Entusiasta por conocer vestigios de antiguas culturas y civilizaciones, pero también naturaleza y modo de vida actual.

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