Como ya os adelantamos en la entrada anterior, la primera escapada del año ha venido bien temprano en esta ocasión… A principios de enero pusimos nuestros pies en Finlandia, más concretamente en Laponia, en busca de la anhelada aurora boreal (que tanto tiempo llevo persiguiendo). Como ya hicimos con Estocolmo (ciudad con la que combinamos esta escapada) en esta primera entrada introductoria os contaremos todos los preparativos y lo que tenéis que tener en cuenta para montar una escapada por libre de 4 o 5 días a Laponia Finlandesa en invierno.

Laponia Finlandesa… sí, pero ¿a dónde voy? 

Existen varias poblaciones en las que podremos centrar nuestra escapada, pero vayamos donde vayamos, por Rovaniemi seguro que pasaremos. Se trata de la capital de Laponia y es el lugar en el que Papá Noel tiene su casa. Así que, si queremos conocer al simpático personaje, no hay mejor lugar al que acudir. Algo más al norte se encuentran Kittilä o Levi. Precisamente por encontrarse algo más alejados, son lugares algo más asequibles y las actividades que podemos realizar son más o menos las mismas. Finalmente, mucho más al norte se halla la zona de Ivalo-Inari, el lugar más aislado, donde ya no existe vegetación y seguramente por el que menos gente se deja caer de turismo. Me imagino que si lo que buscáis es una zona inhóspita, Inari es vuestro lugar. 

Cuanto más al norte vayamos más posibilidades habrá de ver auroras boreales, pero también es más complicado llegar. A Rovaniemi hay vuelo directo desde Helsinki por lo que, como al final tan sólo íbamos a dedicarle 5 días a la zona decidimos centrarnos en la capital desde la que, según había leído, ya se podían divisar auroras. 

Nosotras optamos por la opción fácil: el vuelo. 

Para poner un poco en situación, llegamos a Laponia directamente desde Estocolmo. Quisimos pasar el fin de año en una capital algo más grande e ir en busca de auroras unos días a principio de año. Y, como el tiempo es también comodidad, decidimos ir directamente mediante avión (haciendo escala en Helsinki).  

Otra opción muy utilizada para llegar a Rovaniemi es el tren. Se puede llegar a la ciudad desde Helsinki en un tren nocturno (que permite optimizar el tiempo). Podéis buscar el trayecto que mejor os va desde el siguiente link.

El aeropuerto de Rovaniemi se encuentra a escasos 8 km del centro de la ciudad. 

El autobús número 8 conecta el centro de la ciudad con el hogar de Papá Noel y el aeropuerto. Así, por 3,9 €/trayecto (puedes chequear los horarios aquí) te puedes plantar en la ciudad. 

Otra opción, ya que el bus no tiene mucha frecuencia de paso, es utilizar el servicio de “shuttle”, unos pequeños taxis o furgonetas amarillas que se encuentran a la salida de la terminal aeroportuaria y que van distribuyendo por los diferentes hoteles por el módico precio de 7 €. El recorrido entre el aeropuerto y la estación de autobuses de Rovaniemi dura unos 20 minutos, aunque se pueden acordar otras paradas (normalmente en hoteles), por un coste de 10€ para una persona o de 16€ para dos.

La última opción y la que nosotras elegimos (por el hecho de llegar algo tarde y escaparse nuestro alojamiento de la ruta habitual) fue la de coger un taxi. Éstos se encuentran a la salida del aeropuerto. El trayecto nos salió por unos 25 €. Algo que me llamó la atención es que ya de serie, por el mero hecho de coger un taxi, te cobran unos 7€ si o sí… y a partir de ahí a sumar en función de la distancia. 

Aquí (bueno, y en el tema de las excursiones y actividades) es donde viene el quebradero de cabeza para cualquier persona que planea visitar la ciudad. Y es que… ¡los hoteles son sumamente caros! El precio de una habitación doble normalita por noche no bajaba de 180 €. Así que, si pasas 5 noches te plantas a lo tonto en casi 1.000 euros.

Estuve analizando diversas opciones para intentar abaratar costes, contactando con todos los bed and breakfast (que tan buen resultado nos habían dado en Escocia) que vi por internet y llegando incluso a plantearme el hecho de no dormir en Rovaniemi y hacerlo en alguna cabaña que no quedara muy lejos… Pero al final, uno de ellos nos respondió que estaba disponible 4 de las 5 noches que íbamos a estar allí, por un precio mucho más asequible que cualquier hotel: 80 euros (sin desayuno) o 90 (incluyendo desayuno). Se trataba del B&B Kotitie y, aunque no vi ninguna opinión en internet (cosa que, en cierta manera, me mosqueaba), dada la diferencia de precio, decidí jugármela a ver cómo era… Y la verdad es que fue todo un acierto.  

Se trata de una vivienda unifamiliar. En la parte de abajo viven los dueños y es donde se toma el desayuno, mientras que la planta de arriba la tienen reservada a los inquilinos. Desde el portal de entrada se puede acceder a la planta superior sin molestar (o tener la obligación de interactuar) a (con) los dueños. En el primer piso hay una habitación doble con sofá-cama y un baño. La habitación es muy amplia y completa. Cuenta con un termo para preparar té, platos, vasos y cubiertos, microondas, televisión, mesita y sillas… ¡vamos! Todo lo necesario. El cuarto de baño estaba muy limpio y también estaba dotado de toallas, gel y jabón e incluso secador de pelo. 

Cuando llegamos en el taxi, en seguida salió el dueño, Pekka, a recibirnos y mostrarnos la habitación. En ese momento, ya nos dimos cuenta de lo encantadores que eran. Todos los días, tanto él como su mujer, se adaptaban a nuestros horarios para prepararnos un muy completo desayuno e incluso, el primer día, al no estar todavía muy situadas, Pekka nos acompañó hasta el punto de recogida de una de las actividades que habíamos contratado. 

Sin lugar a duda, un lugar que recomiendo a cualquiera que vaya a Rovaniemi.

Para el último día, dado que en el B&B no había disponibilidad, tuvimos que reservar un hotel. El elegido fue el Hotel Cumulus Polar, que me salió por 174 € la noche. A la hora de hacer la reserva dudaba entre éste y el Scandic, pero me pareció algo mejor el Cumulus lo que hizo que finalmente me decantara por él. En vista de cómo nos fue en Estocolmo y lo que nos encontramos en este hotel, creo que me equivoqué de elección. La habitación como tal no estaba del todo mal. Era amplia y limpia. Lo malo fue el baño. La ducha no estaba cerrada, sino que era de éstas que tienen el desagüe en el suelo del baño, prácticamente al lado del wc. Sólo con ducharme, el desagüe dejó de funcionar y el cuarto de baño quedó completamente inundado esa misma noche. Pero lo peor vino a la mañana siguiente, cuando al usar el wc pasó exactamente lo mismo… el agua se elevó y aquello no había forma de que tragara… En fin… me fui del hotel con la sensación de haber tirado el dinero. 

Por el centro de la ciudad nosotras nos movimos básicamente a pie. Aunque hay que tener en cuenta que en enero estará todo nevado y si vais con maletas pesadas, puede ser complicado moverte con ellas. 

De nuevo, hay que hacer referencia en este punto al autobús número 8, que conecta el centro de la ciudad con el Santa Park y continúa hasta el Santa Claus Village, la casa de Papá Noel. Conviene chequear los horarios ya que, como hemos dicho antes no tiene mucha frecuencia de paso y es mejor no estar de parón esperando “al fresco” en la parada del autobús.  

Y, aunque nosotras al final no fuimos, otra línea que puede ser interesante es la que te lleva hasta el zoo de Ranua. Podéis consultar todas las líneas de bus desde el siguiente link. 

La pequeña localidad de Rovaniemi, con apenas 60.000 habitantes, es la capital de Laponia Finlandesa. Situada en la confluencia de los ríos Ounas y Kemi, se desarrolló como núcleo comercial, aunque actualmente es una animada ciudad universitaria.

En las cercanías de la calle Koskikatu y de la plaza Lardi, encontramos los principales lugares de interés de la ciudad, como centros comerciales, hoteles, bares y restaurantes, agencias en las que contratar actividades y la propia oficina de turismo. Allí podremos informarnos acerca de qué hacer pero, a modo de resumen podremos:

• Envolvernos de espíritu navideño conociendo el Santa Claus Village (el poblado donde vive Papá Noel) o el Santa Park (donde al parecer vive la señora Claus rodeada de todos sus elfos).

• Contratar las actividades estrella de Laponia, como pueden ser: excursiones en moto de nieve, un paseo en trineo tirado por renos o por huskies, pesca en un lago helado, paseos con raquetas, disfrutar de una auténtica sauna de humo finlandesa o salidas nocturnas para observar las auroras boreales… Hay multitud de empresas que, dado el filón, ofrecen a un precio de oro la oportunidad de poder disfrutar de todas estas actividades. Y es que, para una vez que vas a viajar a la zona, merece la pena hacer el esfuerzo. Así pues, compañías como Artic Lifestyle, Lapland Welcome, Snowmobile Safari, Lapland Safaris o Wild Nordic, a precios más o menos similares, prometen hacerte vivir lo mejor de Laponia. Nosotros nos decantamos finalmente por Wild Nordic, con los que contratamos 3 excursiones por internet y, ya de vuelta, admito que la experiencia fue muy positiva. 

• Acercarnos a conocer otros lugares cercanos, como pueden ser el Ranua Wildlife Park (un zoológico que agrupa numerosos animales árticos), la cascada de hielo de Korouoma, las minas de amatista de Luosto o el famoso Icebreaker Cruise Sampo (el barco rompehielos que parte de Kemi) 

• Cruzar los dedos para que a la señora aurora boreal le dé por aparecer y que, las condiciones climáticas permitan verla. 

• Hacernos con un pase cultural de la ciudad de Rovaniemi y dedicarnos a recorrer sus museos: Artikum (un museo muy completo dedicado a la vida en el ártico), el Pilke (museo de ciencias y naturaleza, con bastantes actividades interactivas) y el Korundi (que expone principalmente cuadros y diversas obras de artistas finlandeses). 

• Darnos el capricho de dormir en un iglú o un hotel de hielo. Estuve mirando la posibilidad de dormir la última noche (que el bed and breakfast en el que nos alojábamos no tenía disponibilidad) en una cabina techo panorámico acristalado abierto al cielo preparado para ver asomar las auroras boreales directamente sobre tu cama, pero cuando vi el precio (que era algo superior a los 500 euros) se me borró rápidamente la idea de la cabeza… 

Aunque el objetivo principal del viaje era ver la aurora boreal… Uno no se desplaza todos los días a tales latitudes, así que, qué menos que vivir las experiencias propias de la zona e intentar realizar el mayor número de actividades que el presupuesto nos permita. 

De todas ellas, queríamos probar la moto de nieve, la visita a una granja de renos y el paseo en trineo de huskies, aunque el tema de pesca en hielo y sauna también me llamaba la atención. 

Después de estudiar la web de Wild Nordic a conciencia y de cruzar diversos correos electrónicos con ellos, acabé contratando las actividades que más llamaron mi atención:

• Snowmobile Safari to a Reindeer Farm (2 on 1 snowmobile): que combina dos de las actividades estrella, aunque con más énfasis en las motos de nieve. Por 159 €/ persona

• Husky Safari into the Deep Forest: para saber lo que se siente al conducir un trineo de perros. El precio es de 159 €/persona

• Reindeer Safari to search for the Northern Lights: una actividad combinada que ¡oye! puestos a malas, que no se dan las condiciones para ver auroras, todavía podemos disfrutar de un paseo nocturno en trineo de renos. Esta actividad cuesta 140 €/persona 

De vuelta creo que fue una muy buena elección. 

Al acabar la actividad del primer día cogimos un folleto que, a los días estuvimos ojeando, descubriendo un tour que se me había pasado por alto y que combinaba pesca en hielo con sauna tradicional finlandesa (las otras dos cosas que me había quedado con ganas de hacer). Al ponernos en contacto de nuevo con Wild Nordic, nos dijeron que estaba completo y no pudimos unirnos así que buscamos alguna alternativa. 

La oficina de turismo de Rovaniemi anunciaba un tour que incluía esas mismas actividades con la compañía Artic Nature Trips y que afortunadamente tenía todavía hueco para nosotras. Así que decidimos contratarlo. Sin embargo, el resultado en este caso no fue el esperado…

Por último, había leído buenas críticas de Lapland Welcome con relación a los tours de búsqueda de auroras, siendo de los más largos en cuanto a duración y de los más económicos (pues el precio asciende a 79€, incluyendo traslados al hotel). Al parecer, tras equiparte con los típicos monos contra el frío, te llevan en furgoneta a unos 50Km de Rovaniemi a una zona en la que dicen que se dan buenas condiciones para su observación. Pero al ser un fenómeno natural que depende también de las condiciones climatológicas (básicamente de que no haya nubes), decidí dejarla como opción para contratarla in situ, si se daba el caso. Lamentablemente, tuvimos muy mala suerte y ni uno sólo de los días que estuvimos allí nos hizo bueno… 

De esta forma, finalmente, nuestro plan de viaje fue el siguiente:

03/01: Rovaniemi

08:00 - 12:00 Snowmobile Safari to a Reindeer Farm, 2 on 1 snowmobile con Wild Nordic

Y... aprovechando que hay pico de Kp podríamos hacer el tour con Lapland welcome para ver auroras “Auroras – Northern Lights Trip by Car and on Foot (photographing tour)” de 20.00 – 01.00 in November – February

04/01: Rovaniemi

Santa Claus Village y visita al Museo Korundi en Rovaniemi

05/01: Rovaniemi

08:15 - 12:15 - Husky Safari into the Deep Forest con Wild Nordic

Visita de los museos Artikum y Pilke en Rovaniemi

06/01: Rovaniemi

Excursión de pesca en hielo y sauna finlandesa, con Artic Nature Trips, que no nos entusiasmó 

19:00 - 22:00 Reindeer Safari to search for the Northern Lights con Wild Nordic

07/01 → Se acaba la escapada por Laponia. Pero el viaje continúa en Helsinki, a la que salimos en vuelo por la mañana 10:45 – 12:05 h

Las luces del norte se producen al chocar partículas de polvo solar contra la magnetosfera terrestre en los polos terrestres. Si queréis entenderlo algo mejor el siguiente vídeo explica muy bien su proceso de formación:

Así, uno de los factores claves para que se produzcan las auroras es la actividad solar. Como regla general se parametriza este factor con un índice, denominado Kp, que mide la actividad geomagnética y que varía entre 0 (con actividad nula) y 9 (cuando se produce una gran tormenta). 

Pero también importa tu localización. Cuanto más al norte te encuentres, más probabilidades tendrás de ver una aurora boreal. En la siguiente imagen podréis ver un mapa en el que se ha discretizado el norte de Europa en función del mínimo Kp que se necesita (en esa localización del mapa) para ver auroras boreales. A modo de ejemplo, y para el caso que nos atañe, en Rovaniemi, necesitaremos que se produzca una tormenta de un Kp entre 2,5 y 3 para que la aurora aparezca.

Existen aplicaciones móviles (como Aurora Forecast u otra My Aurora Forecast) y páginas web como "Aurora Service" que chequean y proporcionan los índices Kp que se van a producir, para ayudar a predecir las auroras. 

Pero eso no es todo, ya puede aparecer la aurora, que si el cielo está cubierto de nubes, poco la vamos a ver. Así, si vemos que las temperaturas empiezan a bajar (poniéndose en torno a los 20 grados bajo cero) es momento de alegrarse, pues esas bajas temperaturas únicamente se dan en días despejados.

Según dicen, los mejores consejos para avistar auroras es buscar un punto oscuro (en lo alto de una montaña, o en el centro de un lago) lo más alejado posible de pueblos (ya que casas aisladas no provocan mucha contaminación lumínica), dirigiendo la mirada hacia el norte y armándote de paciencia... 

Como ya os he comentado, nosotras tuvimos muy mala suerte, y el cielo estuvo cubierto de nubes todos los días de nuestra estancia… Tocará pensar en volver de nuevo por aquellas latitudes (o incluso más al norte).

Éste es quizás uno de los puntos que más miedo inspira… Tras leer algunos blogs e informarnos de las condiciones climáticas en enero vimos lo que ya decía Noeli: “en Laponia hace frío…” Además, ni siquiera íbamos a facturar maleta, por lo que tocaba optimizar el espacio, ya que la ropa de invierno suele ocupar bastante sitio. 

¿Qué es necesario llevar? La cosa no es muy difícil. Para arriba: un par de camisetas térmicas y de jerseys (de quita y pon). Para abajo: el pantalón de nieve y unas mallas para poner debajo. Para terminar de rematar la jugada: guantes, calcetines, una braga para el cuello, gorro y chaqueta de nieve. Y unas buenas botas de nieve, impermeables y que resistan bien el frío. ¡Ahh! Y el bañador, por si decidimos lanzarnos a probar una de esas famosas saunas. 

Además, las compañías de actividades (Wild Nordic así lo hizo) nos equiparan cuando realicemos actividades con un mono que nos deberemos poner sobre toda esta ropa que ya llevamos de serie. Al hacer tres actividades nos daban la opción de quedarnos con la equipación durante nuestra estancia… pero nos pareció demasiado y lo devolvimos al finalizar cada actividad. 

Desde 1999 se utiliza el Euro 

El finés y (en menor medida) el sueco son las dos lenguas oficiales. Sin embargo, no tendremos problemas para comunicarnos en inglés por todo el país.

En las fechas del viaje existe 1 hora más que en España (o Suiza)

Para acabar hay que tener el comportamiento de las baterías de los equipos electrónicos con las bajas temperaturas: se funden rápidamente. Llevad baterías de recambio y cargador para los teléfonos. Además, es conveniente tener el móvil cerca del cuerpo para que le llegue nuestro calor y no se quede fuera de juego a la primera de cambio (al parecer ocurre sobre todo con los Apple). 

Conviene leer e informarse sobre de la manera de sacar fotos a auroras boreales (para lo que no podremos olvidar el trípode en la maleta). Sólo faltaba que vosotros tengáis la suerte de verla y no poder inmortalizarla, ¿no? 

Así, tras esta no tan breve introducción, poco a poco os iré contando el día a día de la escapada.