Continuamos con nuestra ruta en
coche por el sur de Francia. En esta ocasión nos despertábamos en Conques, ¡bueno!
realmente en Grand Vabre, dispuestas a dar comienzo a la que sería la última
jornada completa de viaje. El itinerario previsto para aquel día nos iba a
llevar por alguno de los pueblos incluidos en la lista de “Les Plus Beaux Villages de France”,
aunque en esta entrada nos
centraremos principalmente en Estaing… ¿Vamos a conocerlo?
La ruta de coche que tomamos para ir de
Conques a Estaing nos llevó a través de paisajes y pueblos que también merecen
una mención, como por ejemplo Mouret.
Desde la carretera nos llamaron la atención
los dos torreones con los que cuenta este pequeño pueblo. Uno de ellos
correspondía al “Chateau de la Servayrie” que habiendo sido renovado hace unos
años es hoy en día un monumento histórico. Su construcción se inició en el
siglo XII y fue finalizada cinco siglos después. Con una altura de 25 m y construido
en piedra arenisca roja, este castillo es actualmente propiedad privada, por lo
que no se puede visitar. Nos dejamos caer por su puerta pero tan sólo pudimos
llevarnos las vistas que desde allí había del valle del Dourdou.
La otra torre que habíamos visto correspondía
a la de Reilhac, la única superviviente de un antiguo castillo que se situaba
en el extremo sur de la aldea. Éste fue construido en torno al año 1380 por un
abad de Conques, Raymond de Reilhac. Con tres pisos de altura y paredes de arenisca
roja de nada menos que 1,90 m de espesor, pertenece a la municipalidad, pero lo
cierto es no se encuentra en el mejor de los estados.
Tras una pequeña parada en Mouret continuamos
la ruta tropezándonos al poco con Villecomtal. No llegamos a parar para
recorrerlo a pie y hacer alguna foto, pero el pueblo me pareció precioso desde
el coche. Si vais por la zona, yo lo incluiría sin duda en la hoja de rutas.
Visitando Estaing
Estaing es otro bonito pueblo del
departamento de Aveyron. Ya se intuye al ver su silueta al fondo del valle
conforme uno se acerca por la carretera, con su castillo medieval elevándose
sobre los negros tejados de pizarra de las viviendas y con el puente gótico que
le da acceso y que permite cruzar el río Lot.
Una vez llegamos, tras dejar el
coche en un aparcamiento público que hay al pasar la población, nos dispusimos
a visitar sus principales lugares de interés y, como no podía ser menos, pusimos
rumbo hacia el imponente castillo.
Empezamos a caminar por el pueblo
a través del “Quartier du Barry”, el barrio que quedaba fuera de las antiguas
murallas cruzándonos con bonitos edificios de diferentes siglos (que van del
XVI al XVIII), como por ejemplo la antigua escuela de St Fleuret una casa
burguesa construida en 1774 que alberga hoy a la Hospitalidad Saint- Jacques o
el palacete Cayron que actualmente acoge el ayuntamiento.
Así, llegamos a la Plaza François
Annat donde se encuentran los principales puntos de interés de la ciudad: el
castillo y la iglesia.
El castillo fue construido por la
familia Estaing (una noble familia del Rouergue) en el siglo XIII alrededor de
un torreón pentagonal existente. Éste se convirtió en su residencia familiar durante
cerca de ocho siglos. Más tarde pasó a manos de la congregación religiosa
St-Joseph d'Estaing (concretamente desde 1836 hasta 2000) que evitó que cayera
en ruinas. Fue clasificado como monumento histórico en 1945 y desde el año 2012
pertenece a la Fundación Valéry Giscard d’Estaing (propiedad del ex presidente
de la república francesa).
Para nuestra desgracia al llegar
comprobamos que sólo se puede visitar entre mayo y octubre, por lo que nos lo
encontramos cerrado. Una lástima ya que había leído que desde su terraza hay
unas bonitas vistas.
Frente al castillo nos
encontramos con la iglesia que alberga las reliquias de Saint-Fleuret. Ésta fue
construida en el siglo XV y tiene también la categoría de Monumentos Histórico de
Francia, como también lo tiene la cruz tallada en piedra (que data del siglo
XVI) que hay frente a ella. De su interior destacan las vidrieras, obra de Claude
Baillon.
A los pies de la iglesia se
encuentra la cripta que, con 3 capillas, era el antiguo lugar de culto de los
habitantes de la ciudad y que ha sido objeto de diversas excavaciones arqueológicas.
Frente al portón de entrada a la
iglesia podremos ver también unas tumbas sepulcrales del siglo XI que aún
perduran de un antiguo cementerio que antaño existía en el lugar.
Como curiosidad, si da la
casualidad de que vais por allí el primer domingo de julio, podréis ver la
procesión de la St Fleuret, una marcha en forma de recreación histórica que
recorre las calles del pueblo homenajeando a su patrona.
Desde la plaza de la iglesia comenzamos
a descender para ver la ciudad desde las orillas del “Coussane”, el afluente
del río Lot.
Antes de irnos, como no podía ser
menos, nos acercamos al puente de Estaing, con sus 4 arcos ojivales. Este
puente gótico que cruza el río Lot está clasificado Patrimonio Mundial de la
UNESCO como parte del Camino de Santiago. Comenzó a construirse alrededor del
año 1490 y fue finalmente completado bajo la dirección de François d'Estaing,
motivo por el que en 1886 se instaló una estatua suya allí, frente al
pueblo.
También en el puente pudimos ver
la famosa Cruz de hierro forjado, símbolo de la región de Aveyron y que inspiró al orfebre Henri Lesieur para diseñar
un colgante hoy famoso.
Al final del puente podremos ver
un antiguo Oratorio del año 1524, consagrado actualmente a Nuestra Señora de
los Siete Dolores.
Nosotras pusimos punto y final a
nuestra visita allí, pero os comentaré dos curiosidades más:
Si os interesa la enología debéis
saber que Estaing cuenta con los viñedos más pequeños de toda Francia, lo que dicen que contrarresta con su calidad, ya que en 1965 fue declarado Vino de Calidad
Superior y también goza de Denominación de Origen. Para conocer de primera mano
todo lo referente al vino de la región se puede visitar la “Casa de la Viña,
del Vino y de los Paisajes de Estaing”, un Museo que se instauró en la zona en
el año 2003.
Finalmente, si vais por la zona
el segundo fin de semana de septiembre os encontraréis con sus fiestas
medievales y podréis ver a las gentes vestidas de época, un mercado de venta de
productos artesanales, torneos de caballeros, trovadores y se celebra un gran
banquete la noche del sábado.
Desde allí, regresamos al coche y
pusimos rumbo hacia el siguiente pueblo de la ruta, al que llegamos a través
del valle del Lot… pero ya os contaré algo de él, la próxima semana.
que pueblos tan bonitos hay en esta zona. Me apunto muchos para una futura escapada porque nos dejamos muchos por visitar :-D
ResponderEliminarY lo peor de todo es que todavía nos dejamos muchos pendientes... Francia no te la acabas. Cada día me gusta más este país!
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