Después de haber dedicado un día
completo a recorrer Ámsterdam, nuestro segundo día de escapada teníamos pensado
alejarnos del bullicio de la capital y dedicarnos a conocer algunos sitios
turísticos cercanos.
Así, tras levantarnos y coger
fuerzas con el desayuno del hotel, nos montamos en nuestro coche de alquiler,
enchufamos el gps y pusimos las coordenadas de la que sería la primera parada
de la jornada:
Keukenhof
Y es que, si por algo es famosa
Holanda es por los tulipanes… y dado el interés que Cintia parecía tener en
ellos, decidimos acercarnos a visitar el que dicen que es el mayor parque
floral del mundo: Keukenhof.
El parque sólo abre 8 semanas al
año, durante la primavera (coincidiendo con la época en la que los campos se
hallan en flor), pero la cantidad de gente que se acerca a visitarlo cada
temporada es impresionante, cerca de 800.000 personas.
Keukenhof se encuentra en Lisse,
una pequeña población no muy lejana de Amsterdam (a escasos 35 km) y hacia allí
salimos bastante temprano; evidentemente, por ende, también llegamos temprano,
pero la verdad es que la cantidad de coches con los que nos encontramos al
llegar y los que ya había en el aparcamiento me pareció exagerada. Eso sí, la
organización parecía alemana… multitud de guardias te indicaban por dónde
circular y dónde aparcar (previo pago de 6 señores euros, claro está). Además
los campos que había alrededor del parque también estaban plagados de
plantaciones de tulipanes (aunque no tuvimos mucha suerte pues en la fecha en la que fuimos todavía no habían
florecido).
Yo no tenía muy claro qué era lo
que íbamos a ver pero podríamos encuadrar el parque como un gran jardín
botánico ya que allí se plantan más de 7 millones de bulbos florales cada año,
al aire libre o en pabellones cubiertos, presentando una gran colección de
tulipanes, orquídeas, rosas, narcisos,
lirios y muchas otras flores. Se trata de un parque en continuo movimiento,
puesto que además cada año renueva su aspecto.
Si los tulipanes tienen una mención especial en Keukenhof, también lo
tienen las orquídeas. Un pabellón cubierto se dedica expresamente a ellas y
allí se celebra un concurso en el que diversas empresas holandesas compiten por
llevarse el honor de producir las mejores orquídeas del país.
En 2015 además, conmemorando el 125 aniversario de la
muerte de Van Gogh, un gran mosaico floral de tulipanes representaba un
autorretrato del famoso pintor holandés.
Pero no sólo de flores vive el
parque; la oferta se completa con un bonito lago interior por el que cisnes y
patos campan a sus anchas y donde han colocado unas piedras al más puro estilo
"zamburguesas" de "Humor amarillo" en las que podemos sacar
el niño que todos llevamos dentro, una zona vallada con algunos animales de
granja (tales como cabras, gallinas, etc.) donde podremos incluso tocarlos, un
pequeño laberinto hecho con arbustos que deberemos sortear para acceder a un
punto panorámico en lo alto de una pequeña loma desde la que podemos ver los
campos de tulipanes aledaños, un
molino de viento, restaurantes y cafeterías y multitud de actividades a lo
largo de todo el parque, pues es habitual ver a gente vestida con ropas típicas
holandesas vendiendo productos o proporcionando actividades para los pequeños
de la casa.
En la entrada al parque hay también un puesto de alquiler de
bicicletas, que puede ser interesante si se quieren recorrer los campos
colindantes en bici.
Nosotras dedicamos como dos horas
a visitar el parque, pero una visita media puede llevar unas tres o cuatro
horas, aunque me dio la sensación de que mucha gente va simplemente a pasar el
día en familia.
¿Cómo llegar a Keukenhof?
Si no se dispone de coche de
alquiler, como era nuestro caso, la mejor opción es ir en autobús. El
Combi-ticket, una entrada combinada de "Autobús + Ticket del parque"
que se vende en la propia página del jardín, sería la
opción más económica. Con él se puede ir desde Amsterdam a Schiphol con el autobús 197 y luego coger el
autobús 858 hasta Keukenhof.
¿Cuáles son los horarios y precios de Keukenhof?
La entrada cuesta 16 € por
persona (8,0 para niños de 4 a 11 años), aparte de los 6 euros de aparcamiento.
Precios que a mí se me antojaron algo caros...
Las fechas de apertura del
próximo año ya están cerradas así, en 2016, lo encontraremos abierto del 24 de
marzo hasta el 16 de mayo. Durante ese periodo de tiempo, abre todos los días,
de 8:00 h a 19.30 h , aunque las cajas cierran a las 18.00 h.
El desfile floral:
Para acabar, y si pensáis hacer
un viaje por la zona en primavera del 2016, el sábado 23 de abril tendrá lugar
el desfile floral,
una cabalgata que recorre los 40 km que separan Noordwijk de Haarlem con
carrozas cubiertas de flores que tiene gran fama y que debe ser muy curiosa de
ver. Hace una parada en el parque.
Una vez terminamos de recorrer el
parque, regresamos al coche para poner rumbo hacia nuestra siguiente parada:
La ciudad de Haarlem
Habíamos leído que esta
población, situada a escasos 20 km de Ámsterdam, es injustamente pasada por
alto en la mayor parte de las rutas por el país... Nosotras no quisimos caer en
lo mismo e hicimos una breve parada allí, antes de continuar el viaje con la
típica ruta, llevándonos una grata sorpresa. Es el lugar en el que algunos dicen que nació la imprenta, de la
industria farmacéutica y de la producción de bulbos holandesa, aunque de todo
ello apenas te das cuenta al pasear por las calles peatonales del centro
histórico de la ciudad. La ciudad vieja con sus casitas bajas, con sus tranquilas calles y sus canales nos
parecieron un verdadero encanto.
Inevitablemente, al leer su
nombre nos viene a la cabeza el barrio Harlem de Nueva York, y tiene sentido ya
que el origen del nombre de este barrio (o antigua ciudad que con el tiempo
quedó embebida en la gran Nueva York) viene de aquí, cuando fue bautizado (en
1658) por el holandés Pieter Stuyvesant (proveniente de la ciudad de Haarlem)
con el nombre de Nueva Haarlem o Nieuw
Haarlem. Hay que tener en cuenta que la isla de Manhattan perteneció
primeramente a la Corona Holandesa aunque después pasó a manos británicas.
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Imagen extraída de Planetware.com |
Haarlem siempre ha sido conocida
por sus residencias de ancianas, también denominadas "hofjes", datando la primera de
ellas del año 1395, imagino que debido a la paz y tranquilidad que se respira
en la ciudad. Hoy en día todavía existen
19 hofjes en Haarlem y muchos de ellos abren al público los fines de semana.
Nosotras llegábamos a la ciudad
y, antes de si quiera aparcar el coche, nos topamos con la antigua puerta de acceso medieval a la
ciudad (cuyos orígenes se remontan al año 1355 y que fue convertida monumento
nacional en 1960), el Puente del Amsterdamse Poort. Este puente pertenecía
a un complejo de doce puertas que vigilaban las rutas comerciales estratégicas
de entrada y salida de Haarlem.
Poco después, a orillas del Spaarne (el río que surca la
ciudad) nos encontramos con el
Molino de viento de Adriaan, un molino del siglo XVIII que ha sido
reconstruido en varias ocasiones y utilizado para diversos propósitos. En su
origen se diseñó para moler materiales aunque ha llegado a ser utilizado como
fábrica de tabaco. Hoy en día es un museo que muestra el funcionamiento de los
molinos.
Aparcamos el coche en la parte
exterior de la ciudad, cerca de la Estación de Trenes, la única estación de
estilo Art Noveau de Holanda (cabe mencionar que la primera línea de
ferrocarril de los Países Bajos data del 1839 y unía Haarlem con Ámsterdam), y
nos dirigimos a pie callejeando hacia el centro de Haarlem.
El destino estaba claro: la Grote
Markt o Plaza del Mercado. Con edificios
como el Vleeshal o Antigua Lonja de la Carne (hoy en día museo arqueológico) y
el Ayuntamiento (con una extraña mezcla
de estilos arquitectónicos aunque sus orígenes daten del 1250), me
resultó impresionante. Según he leído, los sábados por la mañana la plaza
recupera su función original y tiene lugar un mercado alimentario. En el centro
de plaza nos recibía la estatua de Laurens Janszoon Coster, originario de
Haarlem y al que algunos consideran el legítimo inventor (en el año 1423, 16 años antes que Gutemberg )
de la primera imprenta.
Pero si algo destaca en la plaza
es la impresionante Grote Kerk (iglesia mayor) o antigua Catedral de San Bavón.
Construida a finales del XIX, principalmente en ladrillo, la iglesia y su campanario dominan la
plaza del mercado.
Tuvimos la mala fortuna de encontrarla
cerrada pero al parecer la iglesia
cuenta con un alto y bonito techo de cedro. También en su interior se
encuentra el mayor órgano del mundo,
que con sus 5068 tubos y una altura de casi 30 metros, fue construido en 1735
por Christian Müller, un artesano de Ámsterdam. Dicen que su acústica es
excepcional habiendo pasado por manos de afamados músicos como Händel que lo
tocó en el año 1738 o por las de un
pequeño Mozart (de tan sólo 10
años) que dio allí un recital en 1766.
Callejeamos algo más por sus
calles, donde encontramos también algunos museos (que nosotras no visitamos):
El primero de ellos dedicado al
artista que, aunque nació en
Amberes, vivió y murió en Haarlem,
Frans Hals. Dicen de él que fue el
primer artista 'moderno' y que introdujo un nuevo realismo a la pintura. En el
museo, aparte de sus obras, se encuentra una selección de cuadros de pintura
holandesa de los siglos XVI y XVII.
El segundo, el Teylers Museum o Museo de Historia Natural, que cuenta con el privilegio de ser el más antiguo
del país. Fue creado en 1778 por un mercader (Pieter Teyler van Hulst) con objeto
de fomentar el estudio de la ciencia y dicha misión se ha mantenido hasta la
actualidad, mostrando colecciones de fósiles, objetos científicos, minerales y
contando con alguna sala multimedia.
Para acabar, los aficionados a la
historia Nazi y la II Guerra Mundial podrán visitar la Casa-Museo Corrie TenBoom, que pertenecía a
una familia que durante la Segunda Guerra mundial ocultaba judíos. La familia
fue finalmente detenida y trasladada a campos de concentración, pero la casa se
encuentra en buen estado de conservación, y es curioso observar todos lugares
utilizados como escondites.
Con esto, nosotras dimos punto y
final a nuestra visita a la ciudad y emprendimos el regreso al coche. De camino
pudimos ver la Bakenesserkerk, una iglesia del siglo XV con una torre de piedra
arenisca blanca muy similar a la torre de San Bavón que se convirtió en el
último punto de interés que vimos de la ciudad.
Tocaba poner rumbo a otro lugar..
pero eso mejor os lo cuento en otra entrada.
Estuve en Amsterdam en octubre y por lo tanto no tuve la oportunidad de visitar Keukenhof, si vuelvo a Holanda procuraré que sea en primavera para no perdérmelo. Los familiares de una amiga viven en Haarlem y había visto fotos suyas pero es cierto que no es un lugar muy conocido, me ha sorprendido que decidieras visitarlo, pero me ha gustado conocerlo con más detalle.
ResponderEliminarUn abrazo!
Visitamos Keukenhof hace años y tengo muchas ganas de regresar para enseñárselo a mi madre a quien le encantan las flores. Sería genial.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz año
¡No conocía el parque de tulipanes! me ha encantado y espero visitarlo en la que sería mi cuarta visita al pais. Pero es que Holanda me encanta
ResponderEliminarQué colores más bonitos tienen los tulipanes. Nosotros trajimos unos cuantos bulbos cuando estuvimos en Amsterdam, pero no nacieron todos. Apuntados los dos sitios para cuando volvamos a los Países Bajos.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminar- Anna, vaya casualidad que tengas a una amiga con orígenes de allí, jejejeje.La verdad es que fue una gran sorpresa y me gustó mucho más que, por ejemplo Volendam, que tanta fama tiene. Como íbamos con coche de alquiler, exprimimos muchísimo el día
- M. Teresa, la verdad es que yo no soy muy amante de las plantas y flores pero, a pesar del alto precio, me pareció un buen lugar al que ir a pasar el día. Tenía mucha ambiente y actividades y si te gustan los jardines botánicos, no se le puede pedir más
- Libreta Viajera, ya tres veces por Holanda? Veo que es uno de tus lugares favoritos (es casi como nosotras con Francia, que me encanta y no me canso de ir por allí)
- Verónica, ¿qué me vas a contar? Yo me traje tulipanes también con toda la ilusión del mundo pero no tengo mano con las flores... nunca salieron! ¿Qué le vamos a hacer?
Un saludo a todas y muchas gracias por pasaros por aquí y animaros a comentar.
Un besete!