¿Qué ver en Avignon?
Nos levantamos prontito para ir a desayunar a un café. Con la dosis de rigor de cafeína en el cuerpo nos adentramos en las callejuelas de la conocida como Ciudad de los Papas.Se convirtió en la residencia de los papas en 1309, cuando la ciudad se encontraba bajo el gobierno de los reyes de Sicilia pertenecientes a la Casa de Anjou. En 1348, el papa Clemente VI la compró a la reina Juana I de Sicilia y permaneció como propiedad papal hasta 1791 cuando fue incorporada al resto de Francia durante la Revolución Francesa. Los siete papas protegieron su territorio papal construyendo inmensas fortalezas durante el siglo XIV. Por todo ese pasado, es visita imprescindible el inmenso Palais des Papes (Palacio de Papas).
Durante nuestro paseo visitamos otro edificio religioso la Catedral de Avignon o Notre Dame des Doms, que es un buen ejemplo de la arquitectura románica de aquél entonces.
La siguiente visita fue el Pont St. Bénezet. Según la leyenda un pastor llegó a Aviñón con el mandato divino de construir un puente que uniese las dos orillas del Ródano. Las crecidas del Ródano tenían la mala costumbre de demoler el puente, que era sucesivamente reconstruido. Uno de sus últimos visitantes fue el Rey Sol, Luis XIV, el mismo que no quiso reconstruirlo tras la definitiva destrucción del siglo XVII. Encontrándose hoy truncado. La capilla de St Bézenet, en la que los ilustres viajeros solían orar cada vez que atravesaban el río, aún resiste junto a las murallas de Aviñón.
Visita de Villeneuve-lez-Aviñón
Originalmente el puente continuaba y cruzaba la isla de la Barthelasse para unirse con Villeneuve-lez-Aviñón, la ciudad gemela y residencial de Aviñón al otro lado, justo en la Torre de Philippe le Bel. A la que nosotros tuvimos que llegar dando un rodeo de unos kilómetros con el coche.Este torreón (La Tour Philippe le Bel) es el vestigio de la fortaleza que se erigió aquí para defender el acceso al crucial puente.
Visitamos después El Castillo de Saint-André del siglo XIX en cuyo interior existía una abadía benedictina con bonitos jardines. Fue el origen de la ciudad, con muros altos y torres con puertas inmensas.
Visita rápida de Aix en Provence
Una vez visto Avignon, pusimos rumbo a Aix en Provence, donde dimos una vuelta rápida. Las callejuelas del centro poseen bonitos edificios del siglo XVII y XVIII y plazas por doquier, con innumerables fuentes.Dando un paseo por Cassis
Seguimos hasta Cassis, un bonito pueblo costero. Una bahía y un coqueto puerto pesquero dan paso a una pequeña ciudad. Allí aprovechamos para tomar un “crepe” en una de las cafeterías de la plaza y continuamos nuestro viaje hasta Niza, lugar donde pernoctaríamos los siguientes días.Por la zona la mayor parte de la gente no habla inglés y de España sólo conocen la paella. Nos costó un rato entendernos con la chica que nos alquilaba el piso pero con el lenguaje universal de signos que Mayte sacó a la palestra (a lo largo de todo el viaje) llegamos a nuestro flamante pisito. Después de subir los 5 pisos más uniformes de nuestra vida (con las maletas a cuestas), llegamos a un apartamento digno de mención, en el centro de la Niza más pintoresca.
sigo con atención el diario... de aquí a una semana estamos ya de camino... ains qué ganas!!
ResponderEliminarHola Amaia:
ResponderEliminarCreo que no podré acabar el diario antes de que salgas para allá, pero seguro que os lo pasais genial... Ya nos contarás a la vuelta.