En esta entrada continuaremos relatando nuestro road-trip por el Yucatán mexicano. Tras haberle dedicado la mañana a Mérida, partíamos en coche en dirección a Uxmal, aunque la idea era hacer diversas paradas de camino, viendo lugares como el cenote Tecoh (en tza itza), hacer parte de la ruta de los conventos o visitar los recintos arqueológicos de Mayapan o Kabah.
La visita a Mérida, por la mañana, nos había llevado más tiempo del planeado. Quiyás yo la había subestimado. Tras haber visitado Izamal o Valladolid, me imaginaba Mérida como una ciudad de talla similar. Pero no tiene nada que ver. Es una ciudad grande, mucho más grande y, aunque no entramos en museos y omitimos prácticamente todas las visitas a interiores, se nos fue toda la mañana en recorrerla. Por lo que, por la tarde debíamos ser algo más selectivas…
El primer lugar al que fuimos a parar fue al recinto arqueológico de Mayapan, situado a unos 50 km al sur de Mérida. El recinto arqueológico de Mayapan (que no hay confundir con la ciudad de Mayapan, que está algo más alejada) se encuentra en el pueblo de Telchaquillo, uno de los pueblos de la ruta de los conventos, que nosotras omitimos ya que lo que queríamos era visitar las ruinas. Lo que nos mola, jejeje.
Y gracias a que
lo mantuvimos en nuestra lista, porque fue uno de los que más me gustó de todo
nuestro viaje a México.
Recinto arqueológico de Mayapán
Mayapán fue una
de las ciudades mayas más importantes, antes de la llegada de los españoles. De
hecho, es considerada la última gran capital de la antigua civilización maya. Fundada por los mayas cocomes, alcanzó su
máximo esplendor entre los años 1.200 y 1.450, tras la caída de Uxmal y Chichén
Itzá, cuando se convirtió en capital del norte de la península y llegó a
albergar una población de hasta 12.000 personas. Sin embargo, unos 40 años
antes de las primeras expediciones europeas, la ciudad fue abandonada y terminó
siendo saqueada y quemada.
La traducción literal de su nombre es «estandarte maya», aunque también se la conoce como “la pequeña Chichén Itzá”, pues tiene muchas similaridades con ésta. Su crecimiento se llevó a cabo algo más tarde, por lo que pudo tomarla como inspiración (aunque también mantuvo elementos propios de Centro América).
Aunque existieron
otras ciudades mayas después del período posclásico se trataron de asentamientos
más modestos y aislados. Tras Mayapán, no volvió a existir ninguna otra capital
de este estilo.
¿Qué ver y visitar en Mayapan?
Al llegar a la
entrada, podíamos contratar el servicio de guías des recinto, pero como ya
habíamos hecho una visita guiada en Chichén Iztá, decidimos aventurarnos por
nuestra cuenta. Luego nos arrepentimos, ya que creo que le hubiéramos sacado
más provecho a la visita. Pagamos la entrada de rigor y entramos al yacimiento.
Nada más entrar nos dimos cuenta de que aquello era el paraíso de las iguanas. Apenas había visitantes (creo que en total habría 6 u 8 personas más, desperdigadas por todo el lugar, que fueron desapareciendo conforme realizamos nuestra visita), pero no las iguanas. Ellas eran las verdaderas reinas del recinto.
Nosotras realizamos una visita circular de derecha a izquierda. Pasamos por la sala de los incensarios, la estructura 58 o crematorio y el templo de los nichos pintados, pero si algo llamaba la atención, se encontraba frente a nosotras: el castillo del Kukulkán. Y es que la Estructura Q162 o Castillo de Kukulcán es una copia a pequeña escala del Castillo de Chichén Itzá, una pirámide de 15 metros de altura, con 4 lados cada uno dividido en 9 niveles.
Antiguamente estaría coronado por un templo, del que solo se conservan partes de sus muros.
En su esquina sureste aparecieron tallas de guerreros con nichos en lugar de cabezas, donde se cree que se introducían cabezas cortadas como parte de un ritual.
En esta pirámide, en los equinoccios, ocurre el mismo fenómeno de luz y sombra del Castillo del Kukulkán de Chichén itzá, por el que la sombra proyectada en la escalinata crea la silueta de una serpiente, o del dios Kukulkan, bajando a la tierra.
Nosotras bordeamos
la pirámide por todos sus flancos, viendo en una de sus bases una palapa de
madero bajo la que se conservan restos de frescos y relieves.
Como está
permitida la subida a su cima (aunque Anouk no se sentía motivada), empecé a
subirla, pero me dio miedo a mitad de rampa y decidí abortar misión. En mi
defensa diré que, para el final del viaje, ya estaría más que acostumbrada a
subir pirámides y no habría más miedo que me detuviera en su ascensión.
En la cara este de la pirámide hay también un pequeño cenote escondido entre unos árboles, el Cenote Chen Mul. Aunque hoy en día no resulta impresionante, en el pasado ese era uno de los lugares sagrados de la ciudad.
Tras haber visto quizás el principal edifico de la ciudad, nos acercamos hasta la sala de los Mascarones. Allí hay unos mascarones del Dios Chaac (dios de la lluvia), similares a los que ya habíamos visto en otros recintos arqueológicos mayas (y que seguiríamos viendo).Tras él, nos
encontramos con el Observatorio o Templo Redondo. Situado sobre una base rectangular,
el edificio principal es circular, recordándonos así al de Chichén Itza. Y, al
igual que allí, se cree que era un lugar de estudio de los astros y que tenía
una función ceremonial muy importante en la ciudad.
Para acabar
nuestra visita subimos al Templo del Pescador desde donde echamos un último vistazo
al recinto.
En total nos llevaría una hora la visita al recinto.
Breve visita a Tekit
Teníamos anotados
alguno de los pueblos de la ruta de los conventos: aparte de Acanceh (que ya lo
habíamos pasado), Tekit, Mama, Chumayel, Mani y Oxkutzcab. Y como no parecíamos
ir mal de tiempo decidimos pararnos en el primero de ellos, Tekit. Era un
pueblo pequeñito, pero muy ajetreado. Mercados, tiendas, gentes por las calles,
estudiantes (que quizás salían a comer...). Llegamos a la plaza del pueblo y
aparcamos allí, pero no nos dio mucha sensación de seguridad, por lo que no nos
alejamos demasiado del coche. Tekit, fue un lugar importante durante la época
colonial y cuenta con dos importantes templos: la Parroquia de San Antonio de
Padua y la Capilla de San Cristóbal. La iglesia estaba cerrada, por lo que al
final nos marchamos sin dedicarle mucho tiempo, escasos 10-15 minutos.
En vista del éxito, optamos por priorizar otra zona arqueológica. Como el tiempo se nos echaba encima, compramos unos snacks para el camino y nos salimos directamente hacia Kabah.
Zona Arqueológica de Kabah
Kabah en maya
significa "Señor de la mano fuerte o poderosa". Fue el segundo centro
religioso más grande del estilo maya Puuc. Según investigaciones recientes, el
área fue habitada alrededor del año 400 a.C. y alcanzó su máximo esplendor
entre 750 y 900 d. C. La dinastía gobernante de Kabah abandonó el sitio alrededor
del año 950, aunque algunas personas permanecieron allí durante otros 200 años.
La zona
arqueológica de Kabah está dividida por la carretera en dos: a un lado, la zona
que ha sido restaurada y en la que podemos apreciar la grandiosidad de sus
estructuras, y al otro, la zona “en trabajos”. Curiosamente, es allí donde se
encuentra la Gran pirámide (que a día de hoy sigue siendo una gran montana de
tierra) y el camino que conectaba, en su día, Kabah con Uxmal.
El precio de la
entrada general es de 75 pesos. Sin embargo, como nos habíamos quedado con la
espinita de coger un guía en Mayapan, en este recinto decidimos contratar los
servicios de uno en la entrada, que te lleva principalmente por los principales
templos de la zona restaurada. Las construcciones, geométricamente no tienen
nada que ver con nada de lo que habíamos visto hasta la fecha. Pero era
impresionante la cantidad de detalles que había tallados en la piedra del Codz
Poop.
El primer edificio al que nos dirigimos al entrar es la estructura más famosa de Kabah, el Palacio de los Mascarones o Codz Pop (alfombra enrollada).
Frente a él, nos
encontramos con un chultun. La inexistencia de fuentes de agua obligaba a la
utilización de chultunes, para la recogida del agua de la lluvia.
La fachada del edificio se encuentra decorada por alrededor de 300 máscaras de Chaac, el dios de la lluvia. Esta repetición masiva de un solo conjunto de elementos es inusual en el arte maya. Además, el grado de detalle de cada pieza es asombroso.
Frente a él se encuentra el Altar de los Glifos rodeado de muchas piedras talladas con glifos.
El templo tiene
46 m de largo y contiene 10 cámaras dispuestas en dos niveles construidos uno
detrás del otro. En la fachada Este hay dos figuras esculpidas en piedra de
tamaño natural conocidas como atlantes (una figura masculina utilizada como
columna de soporte), una no tiene cabeza y la otra lleva una máscara de jaguar
sobre su cabeza.
Detrás del Codz Pop se encuentra el Palacio. Este es un edificio muy bien conservado, su fachada tiene varias puertas y los grupos de columnas decorativas en la parte superior cuentan con un capitolio en forma de pedestal.
Después de hacer el tour por esta zona, nos dirigimos a la otra. A lo largo de la antigua calzada que unía Kabah con Uxmal, las excavaciones arqueológicas se sucedían. A ambos lados de la pista por la que nos adentrábamos en el recinto, piedras y más piedras, numeradas, que luego imagino que los arqueólogos pondrán en su sitio reconformando una antigua estructura… Impresionante el trabajo que conlleva y cómo llegan a recrear las antiguas edificaciones.
Allí podemos intuir la Gran Pirámide, un gran montículo de piedras con una escalera monumental.
Algo más adelante hay un gran arco monumental restaurado. Este sacbé (camino hecho de piedra caliza) conectaba Kabah con Uxmal (situada a 18 km) y allí terminaba en un arco más pequeño. La conexión entre los dos sitios indica su importancia, Kabah se convirtió en la segunda ciudad en importancia después de Uxmal. El sacbé en la otra dirección llegaba a Labná.
Acabamos la visita, justo cuando cerraban el recinto arqueológico.
Llegamos a Uxmal - Ecos de Uxmal
Para nosotras era ya momento
de partir hacia Uxmal. Habíamos cogido un hotel que yo creía que iba a ser
bueno (el Hacienda Uxmal Pantation & Museum) y queríamos disfrutar un poco
de las instalaciones. No voy a negar que las instalaciones del hotel estaban
bien, de hecho, al llegar estuvimos un rato en la piscina relajándonos, pero tuvimos
varios problemas con la habitación, por lo que al final fue un poco
decepcionante para el precio que se paga (todo es relativo al precio).
En recepción nos informaron del horario del espectáculo de luz y sonido en Uxmal. Así que decidimos, tras refrescarnos un poco en la piscina del hotel, ir a cenar al restaurante que hay justo frente a la entrada del yacimiento, el Coole ChepaChi (donde al parecer tenían un convenio con nuestro hotel) y después ver el espectáculo. Y la verdad es que salió redondo.
No recuerdo
exactamente qué comimos, pero recuerdo que la cena fue buenísima, la mejor de
todo el viaje a México.
Y al acabar
realizamos la visita de luz y sonido (Ecos de Uxmal). Compramos la entrada
directamente allí en la taquilla, entrada que nos resultó algo cara (719 pesos
mexicanos, para los extranjeros, unos 38,5 euros) pero que a nuestro parecer,
valió la pena.
Entras en el recinto y vas realizando un recorrido a través de pequeños caminos en grava a la luz de candiles y te van contando la historia de la ciudadela y de la cultura maya. Van iluminando algunos de los edificios emblemáticos, como la pirámide o el juego de la pelota y al final, dentro del Cuadrángulo de las Monjas a través de un mapping en las paredes de los diferentes templos nos contaron la leyenda del enano de Uxmal.
Otros lugares que visitar alrededor
Además de los
pueblos de la ruta de los conventos (que ya hemos nombrado antes), la ruta que
nosotras hicimos se puede completar con otros de los lugares de la ruta Puuc.
La ruta Puuc incluye las grutas de Loltún (que estaban cerrados en el periodo
que nosotras fuimos), las Grutas de Calcehtok, Oxkintok, Labná, X-Lapak, Sayil,
Kabah y Uxmal.
Otro recinto arqueológico,
situado ya en Campeche, podría ser Chunhuhub.
O, si os apetece más el plan de cenotes, también podéis visitar alguno de la zona de Mayapan, como por ejemplo, el cenote Telchaquillo, los cenotes Su-hem y Nah Yah o Noh-Mozon.
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