Tras haber comenzado a descubrir algunos de los atractivos
de la Rioja Alavesa, con nuestra visita a Labastida,
nos metimos en el Enobus, que este día no realizaba la ruta habitual, sino que
Thabuca lo había reservado para realizar nuestra ruta a
nivel privado y pusimos rumbo hacia la primera de la bodegas que tendríamos
ocasión de ver: las Bodegas Luis Cañas.
¿Qué es el Enobus?
Haciendo un inciso, me gustaría comentaros en qué consiste esto
del Enobus, pues me
pareció una muy buena idea, para que la gente que vive en las cercanías de la
Rioja Alavesa se lance a descubrir esta bonita zona y a degustar su buen vino
sin preocuparse por tener que coger el coche a la vuelta con unas copillas de
más…
Partiendo desde Bilbao, Eibar, Bergara, Mondragón y Vitoria-Gasteiz,
este autobús, todos los sábados (desde Semana Santa a Octubre), recoge a las personas
que quieran descubrir la zona y por un muy buen precio, se realiza la visita
guiada de una de las poblaciones de la Rioja Alavesa (cada fin de semana es
distinta) y la visita de una de las bodegas de la zona. Al finalizarlas, se
deja tiempo libre (en Laguardia o Labastida) hasta las 18:30 h, momento en el
que el autobús regresa a las localidades de partida.
Un proyecto muy interesante impulsado por la Ruta del vino
de Rioja Alavesa, para dar a conocer sus localidades y bodegas entre la
población aledaña.
Visita a las Bodegas Luis Cañas
Nosotras ya habíamos conocido la población de Labastida y
teníamos ganas de empezar a conocer el mundo del vino… Con el Enobus, nos
dirigimos a la población de Villabuena. Una población que cuenta con 43 bodegas
censadas, lo que hace que haya una bodega por cada 7 habitantes, para que os
hagáis a la idea de la importancia del vino en la zona. Pero serían las Bodegas Luis Cañas las que nos bautizarían a nivel
vitícola.
Al llegar allí, el mismísimo Luis Cañas padre salió a
saludarnos. Nos contaba Carmen, la relaciones públicas con la que hicimos la
visita guiada de las bodegas, que Luis Cañas padre fue pionero allá por los 70s
en embotellar el vino, pues anteriormente se metía en pellejos de animales y se
distribuía.
Hoy en día, ya van por la cuarta generación de Luis Cañas y
es en Juan Luis hijo en quién recae el peso de dirección y gestión de la
bodega.
Tras realizarnos una breve introducción a las distintas
tipologías de vinos de la casa, comenzaba la visita.
Recepción de la uva:
Y empezamos con la recepción de la uva. Conforme comenzaba
nuestra visita, llegaba a la báscula de pesaje un tractor con uva recogida a
granel.
Sin embargo, el proceso comienza mucho antes, no con la
recogida de uva. Según sus propias palabras “los mejores vinos sólo se pueden
elaborar con las mejores uvas” y esa creencia hace que esa materia prima, las
uvas, sean mimadas y cuidadas al extremo en orden a obtener bajas producciones
y racimos y uvas del tamaño idóneo para obtener la mejor calidad.
Ya en campo, el departamento de calidad de las bodegas
(formado por dos ingenieros y diversos trabajadores) tiene un estricto control
de cada una de las viñas de los distintos viticultores que darán servicio a las
bodegas. Y cada una pasa un examen en el que se estudian los kilos por cepa,
los racimos por cepa, el tamaño de racimo, las hojas por parcela (si son
suficientes para realizar correctamente la fotosíntesis o, por el contrario, es
necesario realizar un clareo), etc.
Y, en ese momento, se realiza un completo estudio de cada
una de las parcelas que darán servicio a las bodegas, obteniendo la cantidad de
uvas que se obtendrán de cada parcela y el destino al que serán dedicadas (vino
joven, crianza, reserva,...)
Pudimos observar in situ, a la vez que Carmen nos lo
explicaba, cómo allí mismo se realizaba un pinchazo a la uva para extraer su
mosto y poder realizar en el laboratorio anexo (fox) una serie de análisis para
medir parámetros tales como acidez, azúcar, alcohol, etc. de forma que
confrontándolo con las analíticas y parámetros obtenidos en campo de esa uva,
se decide la tipología de vino que se va a crear con ella.
Juan Luis, además, nos comentó que cada viticultor tiene establecido
por el Consejo Regulador los kilos de uva que como máximo puede extraer de su
parcela (en base a un sencillo cálculo, 6.500 kg/ha en el caso del tinto o
9.000 kg/ha para el blanco) para no sobreexplotarla y esto se encuentra
totalmente controlado por un carnet digital que va descontando los kilos de uva
traídos conforme éstas son pesadas en la báscula de entrada a la bodega.
Podéis ver un resumen de todo esto en el siguiente vídeo:
Proceso de Elaboración de vinos:
En las bodegas Luis Cañas se utilizan varios métodos para la
elaboración de vinos, pero a nivel
general se podría diferenciar entre:
Aquellos cuyo proceso de elaboración se basa en la “Maceración
Carbónica”, es decir, en el procesado de racimos enteros en depósitos de
fermentación (un sistema tradicional empleado en la Rioja Alavesa). Luis Cañas
lo emplea para el procesado de vinos jóvenes, destinados para el consumo en su
primer año.
Aquellos basados en el “despalillado”, es decir, en la
separación de los granos de uva del raspón, antes de su fermentación. Luis
Cañas emplea este método para la elaboración de los vinos criados, que deberán
envejecer en barrica.
Dentro de esta última metodología, en función del destino,
unos racimos llegan a las bodegas a granel (como el contenedor del vídeo
anterior) y otros llegan en cajas y, aunque nuestra visita se centró en esta
última modalidad, el proceso de elaboración de vino es prácticamente análogo.
En primer lugar se efectúa el control manual de los racimos recibidos
en una mesa. 4 personas se colocan a ambos lados de una cinta transportadora
por la que discurren los racimos de uva y a mano desechan aquellos racimos
dañados, restos de hojas, algún caracol que se haya podido colar en el proceso
y abren los racimos por la mitad para controlar que efectivamente se encuentren
en buen estado.
Posteriormente se realiza el despalillado de forma
automática (para ello, la uva debe estar en su punto óptimo de maduración
evitando que se rompa en este proceso) y
se realiza una selección de los granos, en función del peso específico
determinado por el enólogo, en una segunda máquina (denominada Mistral). De
hecho, las Bodegas de Luis Cañas fueron pioneras en este sentido ya que en el
año 2006 se convirtieron en las primeras bodegas de España que contaron con esta
sofisticada máquina, permitiendo que sólo los granos perfectos continúen el
proceso.
El siguiente paso es la fermentación alcohólica, en la que
los azúcares de la uva se transforman en alcohol. En función de la tipología de
vino a crear, ésta se realizará en tinas de madera o bien en depósitos de acero
inoxidable. Para terminar el proceso de fermentación en una segunda tolva, con
la fermentación maloláctica, en el caso del vino tinto.
El proceso continua con el envejecimiento del vino en alguna
de las barricas de roble francés o americano con las que cuenta bodega. Carmen
nos contó además que para obtener los matices que buscan en sus vinos, existe
una gran rotación del parque de barricas, impidiendo que éstas tengan edades
superiores a 5 años. Otro tema importante son los trasiegos y es que, al meter
en vino en barrica, éste aún se encuentra algo turbio (con sedimentos,
levaduras,…) y, al envejecer en las barricas, los poros de la madera se van
colmatando, por lo que periódicamente es necesario limpiarlos. Así pues, cada
“x” meses se traslada el vino a un depósito de hormigón y se limpia la barrica
con agua caliente a presión y una pastillita de azufre que desinfecta y
desbloquea los poros de la madera, permitiendo así de nuevo su traslado a la
barrica original y que continúe envejeciendo el vino.
Finalmente, el vino se embotella y seguirá su crianza en el
botellero, donde estará hasta que alcance el momento adecuado para salir al
mercado.
Podéis ver un documento gráfico de la visita en el siguiente
vídeo:
Degustación de vinos de la casa y conclusiones:
Para acabar la visita, terminamos con una degustación de
vinos de la casa, acompañados con un pequeño picoteo.
En definitiva, un lugar que me abrió los ojos al mundo del
vino, en el comenzamos a sumergirnos en este mundo de olores y sabores.
Estupenda crónica de la visita a Bodegas Luis Cañas! Has transmitido a la perfección y de una forma muy clara el largo y meticuloso método de elaboración del vino.
ResponderEliminarMe alegro mucho de haber sido cómplice de tu primera inmersión en este fascinante mundo del vino! Y de tu transformación a "mi botella y yo" :P
Un fuerte abrazo!
Bueno como compi de bautizo vinícola creo que has hecho muy buen trabajo, veo que prestastes atención y como bien dice Thabuca, ha nacido un nuevo hito en el vino "Mi botella y yo", quizás con el tiempo y más rodaje de algo de frutos, jejejeje. Un placer haber compartido con todos vosotros este estupendo fin de semana!!! Un abrazo. ;-)
ResponderEliminarPues es uno de los vinos que pido, y esto no es publicidad sino casualidad.
ResponderEliminarBuen turismo el enoturismo, mis dos vicios juntos, viajar y beber, jajaja
Saludos viajeros
Has explicado estupendamente el proceso de elaboración del vino, muy interesante. Lo del enobús es una estupenda idea, así te olvidas del coche, si vas de cata no es muy aconsejable. Vaya pedazo de finde que pasásteis! Imagino que cargarías ya con el vino de las navidades, jeje. Un besote!
ResponderEliminarDios, que ganas tengo de hacerme un EnoViaje! :D
ResponderEliminarLo del Enobus me parece una idea excelente y casi imprescindible si se quieren ir catando los vinos ;)
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola chicos!
ResponderEliminar- Carol, me alegro de que te haya gustado el post. Para alguien cuyo primer contacto con el mundo del vino fue en esta escapada creo que al final saqué alguna cosita en claro en los dos días que estuvimos por allí...
Y de cómplice, ¡nada! Promotora en toda regla, jejeje
- Babyboom, eso es... Me falta rodaje... Creo que habrá que repetir, ¿no?
- Paco Piniella, sí, se ve mucho cuando sales y no es para menos, son muy buenos vinos. En la visita te haces una muy buena idea de cómo cuidan todos los detalles, hasta el más mínimo, para lograr la mejor calidad.
Una buena conjunción esa, viajar y beber, jejeje
- Calíope, cuando nos contó Carol lo del Enobus me pareció una idea estupenda. No recuerdo el precio exactamente, pero venía a ser lo que cuesta visitar una bodega, y así tienes el autobús y visita guiada de pueblo y bodega y como cada fin de semana cambia, lo puedes hacer varias veces e ir descubriendo la zona...
- Dany, pues Rioja Alavesa te espera, jejeje
- M. Teresa, es algo estupendo para dejar el coche aparcado y poder dedicarte a catar en profundidad, jejeje
Un saludo a todos y gracias por pasar por aquí y animaros a comentar ;)
Pues tu me has abierto a mi también los ojos porque soy, tengo que reconocerlo, un completo ignorante de este mundo del vino. Me parece muy buena la iniciativa del enobús y espero algún día comprender este mundo del que todos hablan maravillas.... Muy buena crónica Helena! Un abrazo
ResponderEliminar¡Qué genial la idea del Enobus! La verdad es que no me había parado a pensar que si haces la ruta con tu propio coche el que conduce no puede disfrutar de los buenos vinos de la zona (en este caso siempre soy yo la que conduce) así que el enobus es una idea genial! :D
ResponderEliminarUna visita muy interesante y lo has explicado muy bien! :-)
ResponderEliminarQué buena idea lo del Enobús! La verdad es que cuando uno va de visita a unas bodegas, no tener que preocuparse por conducir después es todo un punto!
ResponderEliminarQué bueno lo del Enobús!!! Me parece una idea fantástica!! La verdad es que las veces que he visitado una bodega, como hemos llegado en coche, al final nunca te atreves más que a mojarte un poco los labios por temor a dar positivo después.
ResponderEliminarY qué bien explicadito está todo el proceso del vino!! Qué buena memoria! Ya te digo que he estado en varias bodegas y al final siempre me termino liando y no recuerdo bien el proceso de elaboración! jajajaja
Saludos
Me quedo con la última frase del relato, ahí se ve que estuvo pero que muy bien la cata :D :D Y una idea estupenda, así uno puede beber y no se tiene que preocupar de quien lleva el coche.
ResponderEliminarSaludotes!
lo del enobus es una gran idea y el que le puso el nombre también se lució.
ResponderEliminarun abrazo
¡Hola a todos!
ResponderEliminar- Fran, no te creas, que yo sigo siéndolo. A mí un vino, me gusta, o no me gusta, pero no soy para nada entendida. Eso sí, después de este blogtrip volví con las ideas algo más claras acerca de su proceso de elaboración y del riguroso control que lleva detrás...
- Isabel, en mi caso también soy yo la que suele conducir, así que lo del Enobus me llegó, jejeje
- Artabria, gracias. Intenté transmitirlo de la mejor manera posible
- Sandra, la verdad es que sí y más, en una tierra como la Rioja, donde beber vino está a la orden del día...
- M.C. es una iniciativa fantástica. Sobre todo para los conductores que es una pena, estando en una zona como aquella que no puedan probar esos maravillosos vinos.
¿Memoria? ¡No! Una buena libreta y haber grabado vídeo han ayudado mucho en la preparación de este post, jejejeje
- José Carlos, nos trataron de maravilla y acabar la visita con una cata y un pequeño aperitivo fue un perfecto broche final
- Sergio, no es necesario romperse los cuernos ¿eh? La idea queda muy clara con ese nombre, jejeje ;)
Un saludo a todos y muchas gracias por vuestros comentarios :D
y además tiene que ser supercachondo volver en el enobus ese, todos moraos de rioja... tiene que ser un espectáculo... :D
ResponderEliminarHola Helena!
ResponderEliminarEl Enobus es una gran idea, y así lo acredita el éxito que tiene. Te evitas problemas, lo que no quiere decir que sea un transporte para borrachines!, ;)
En cualquier caso seguro que la visita, conociendo a Carol, estuvo genial. Luis Cañas tiene varios vinos que nos gustan, y se aprende mucho en una visita a una bodega; la mejor forma de iniciarse en un mundo muy complejo, y apasionante.
Saludos!
Sin duda, la parte del proceso que más me gusta es la degustación jejejeje... Aunque no me entero de nada de los sabores... a mi me gusta o no me gusta, pero no saco los sabores...
ResponderEliminarEs increible todo el proceso que lleva este producto, para que luego venga uno y le eche Coca Cola jejeje...
¡Hola chicos! Perdonad la tardanza en responder pero he pasado unos días movidos
ResponderEliminar- Sergio, ya me puedo imaginar los cánticos en el Enobus, jajaja
- Guisante Verde, desde luego. No me extraña que tenga éxito ya que es una genial idea.
Ya te puedes imaginar como fue el blogtrip con Carol como anfitriona, lo pasamos de maravilla vendimiando y realizando diversas visitas. Además con todo perfectamente explicado. Chapeau!
- Víctor, llevas razón, la verdad es que es la mejor parte... pero yo en eso soy como tú, o me gusta o no, pero no distingo matices, ni calidades...
Eso sí, la Coca Cola en el buen vino es un sacrilegio, jejeje (eso para el Don Simón, jajaja)
Un saludo a todos y gracias por vuestros comentarios ;)