Nos despertábamos en el Hotel Villa de Laguardia dispuestos
a disfrutar a tope del último día de blogtrip por tierras alavesas.
Tras un desayuno espectacular (con una variedad de productos que hacía tiempo que no
veía en un hotel), pusimos rumbo a Labastida, desde donde accederíamos a pie a
uno de los campos en los que realizaríamos una de las actividades más
divertidas del fin de semana: ¡un día de vendimia!
Y es que, la empresa de servicios turísticos Thabuca, allá por
octubre (bueno, en otoño, variando las fechas en función del estado de
maduración de las uvas), organiza unas jornadas de vendimia en familia, ideales
para compartir un día de campo y naturaleza con la familia y amigos. Una
divertida actividad que nos hace partícipes de la recogida de la cosecha y nos
permite disfrutar de la experiencia única de pisar la uva.
Pues bien, allá íbamos nosotros. Tras una pequeña
introducción por parte de un paisano, acostumbrado a esas lides, acerca de cómo
cortar la uva y cómo no hacerlo, tenazas en mano, nos pusimos a trabajar.
Mucha destreza no es que tuviéramos, pero pasamos unos momentos de risas…la mar de agradables.
Y con toda (bueno, quien dice toda, dice un cacho) la
cosecha recogida, nos dirigimos a un antiguo lagar rupestre, es decir, un antiguo
lagar excavado en la roca que se utilizaba ya en la Edad Media para elaborar
vino, donde nosotros mismos pisaríamos la uva.
¡Zapatos y calcetines fuera! ¡A remangarse las perneras! Y
con cuidado de no caernos (pues es bastante resbaladizo)… ¡fuimos todos para dentro! Así, conforme
íbamos pisando la uva, a través de tres pequeñas canaletas se iba distribuyendo
el mosto en tres pequeños depósitos que, al parecer, se denominan “torcos”. Fue
una experiencia única y, tal y como me habían comentado, la sensación de pisar
las uvas descalza es algo que no olvidaré.
Pero por si hubiera sido poco, la actividad terminó con un
almuerzo de categoría. ¡Ríete tú de los de la obra de aquí del levante!
Chorizos, queso, pan, papas y como no… mosto recién exprimidito y botellas de
vino a tutti-plen. Mientras comentábamos todo lo que había dado de sí nuestro
fin de semana y lo bien que lo habíamos pasado esa mañana, el tiempo fue pasando…
Y, por si no hubiera sido comida suficiente, terminamos la escapada con un menú degustación en el Restaurante El Bodegón de Labastida
dónde pudimos saborear algunos platos típicos de la zona como la morcilla asada
acompañada de pimientos de piquillo, patatas a la riojana y chuletillas al sarmiento (el plato estrella de la zona), acompañados de un buen vino o, en su defecto,
de agua para los que teníamos que conducir de vuelta a casa...
Sin embargo, todo lo bueno llega a su fin y, con una gran
pena por el excelente trato recibido por Carol, era hora de despedirnos. Lo
habíamos pasado de maravilla, pero aún quedaba un largo trayecto en coche de
vuelta a nuestras respectivas ciudades…
Aún así le añadimos un pequeño extra… antes de emprender el
camino de regreso hicimos una pequeña parada en el Dólmen La Chabola de la Hechicera,
otra de las joyas que guarda esta zona y donde no pudimos resistir hacer una
pequeña parada.
Parece mentira como en tan poco tiempo se pueden vivir
tantas cosas y aprender tanto del mundo del vino. Aún así, quedaron muchas
cosas pendientes y ya estamos pensando cuándo volver a juntarnos en la Rioja
Alavesa.
Esto si que es auténtico arte, y luego la ceremonia de beber este gran caldo de los dioses.
ResponderEliminarMe encanta (sobre todo beberlo)
Saludos
¡Qué experiencia más chula! A mí en alguna ocasión me ha tocado vendimiar pero nunca he pisado la uva :( Enhorabuena por el vídeo. ¡Me encanta!Saludos
ResponderEliminarJejeje, qué divertido. No me gusta el vino, pero eso no quita que durante toda mi vida haya querido experimentar la sensación de pisar uva por curiosidad. Aparte de resbaladizo, ¿cómo es? Estará madurita, ¿no?
ResponderEliminarMuy divertido el video, se ve que lo pasaste bien. ¡Y vaya manjares! Lo de las chuletillas me ha dejado hambrienta, y más a estas horas, que no sé si merendar o adelantar la cena xD
¡Un abrazo!
Qué bien lo pasamos, jejeje. Me encantan estos viajes que disfrutas con amigos y encima aprendes un montón de cosas...
ResponderEliminarUn besote !!!
Me he dado un banquete imaginario a cuenta de tu entrada, todavía me relamo, sintiendo los pies fresquitos (aunque un poco rojos). Un saludo.
ResponderEliminarUn finde redondo con muy buena compañía, lástima que se me acabaran mis super-poderes en los concursos y no pudiéramos repetir para la lotería, eso sí, espero volver pronto por allá ya que Carol nos trató tan bien que no hay quién se resista a volver por aquellas tierras!!! Qué arte cortando uvas, jejejeje. Un besote!!! ;-)
ResponderEliminar¡Hola chicos!
ResponderEliminar- Gildo Kaldorana, desde luego que lo mejor es beberlo, jejeje
- Alicia, imagino que no se vive igual. Dicen que la vendimia es durísima. Para nosotros fue una mañana distinta, de risas y sin ningún tipo de estress...
- Carol, aunque no te guste el vino, realmente el mosto que sale al pisar la uva es un zumo o jugo de uva y está muy bueno... Y luego, lo de pisar las uvas es toda una experiencia. Yo iba con miedo por si acababa de culo encima de ellas, pero mantuve la compostura, jejeje
- Carfot, fue un fin de semana estupendo. Lo que nos reímos, ¿eh?
- Viajero impresionista, un poquito rosados sí, pero nada que un buen cubo de agua no quite, jejeje
- Babyboom, ¡ahí nos fallaste! Mira que yo tenía esperanzas en que esa lotería me arreglara la vida... Pero lo pasamos de maravilla. A ver cuándo volvemos.
¿Has visto que destreza con las tenazas? jejeje
Un saludo a todos y gracias por vuestros comentarios ;)
En las viñas de mis abuelos he estado de vendimia alguna vez, pero nunca he hecho la parte más chula, pisar las uvas xDDD
ResponderEliminarDesde luego fue un finde de categoría :)
Saludotes!
Yo nunca he tenido la oportunidad de ponerme a pisotear las uvas, tiene pinta de ser divertido!! :D
ResponderEliminarDebe ser una experiencia fascinante Helena!! Y después una comilona como dios manda!!que más se puede pedir?? Un saludo
ResponderEliminarpero qué bien lo pasasteis! Yo recuerdo que alguna vez de pequeña pisé la uva en casa de mis abuelos, que tenían alguna vid.
ResponderEliminarQue pasada de experiencia... Nunca he vendimiado y me encantaría, la verdad. He tenido la suerte de visitar muchas bodegas y hacer muchas catas, pero esto es genuino y auténtico, no tiene nada que ver. Nunca he pisado la uva, ainsss que envidia sana....
ResponderEliminarUn saludo,
Trini
http://yoadoroviajar.blogspot.com
Vaya experiencia eso de pisar uva, y el lagar medieval me ha encantado, precioso y una pasada ver fluir el mosto. En cuanto a la comida lo de ese fin de semana fue gula!! chica os pusísteis morados todos los días a todas horas, jajaja, que guay!! aunque lo mejor imagino que serán los buenos ratos. El dolmen precioso, de manual! Un finde redondo! Un besote :-)
ResponderEliminarQué recuerdos, Helena... He estado durante más de 20 años vendimiendo en las viñas de uva zalema de Andalucía con mi padre, mi tío, amigos... como en familia, vamos.
ResponderEliminarEso sí, me aventajas en... el lugar donde has pisado las uvas. Qué patrimonio!
Gracias por emocionarme!!!
Un abrazo!!!
¡Hola a todos!
ResponderEliminar- José Carlos, ¡otro que sólo ha hecho el trabajo duro!
Como ves lo pasamos de categoría. Thabuca nos trató de miedo ;)
- Dany, pues nunca es tarde, jejeje. Es una experiencia muy divertida
- Fran de comida no nos podemos quejar... ¡Mira se come bien en el norte! y Thabuca nos lo dejó muy clarito. ¡Vamos! Por comida no fue...
- Verónica entonces sabes bien de lo que va este post. Y más de niña, seguro que lo pasarías genial...
- Trini, pues ya sabes, hay que completar ese ciclo, que te falta la parte más divertida... aunque una buena cata... ;)
- Calíope, nos reímos bastante y eso que yo (con lo patosa que me he vuelto) temía acabar con el culo en el lagar...
La comida fue punto y aparte. Se nota cómo se las gastan en el norte, ¿eh?
Dólmenes, hay varios por allí. Si hubiera ido con más tiempo habría visto alguno más, pero ese es el que más fama tiene. La verdad es que está muy chulo
- Antonio, estoy viendo que muchos de mis lectores habituales conocéis bien el mundillo del vino y a muchos os ha tocado vendimiar... Dicen que es durísimo... Yo me quedé con la parte fácil, con una simulación.
Eso sí, el lugar, como dices, de cuento. No sabían exactamente ni de que época era lagar!
Un saludo a todos y muchas gracias por vuestros comentarios :D
Como nos hubiera gustado participar... pero no fue posible, y además con Carol de anfitriona que siempre es una garantía. Con la vendimia pasa un poco como con la pesca, nada como probar una jornada para valorar el precio... :)
ResponderEliminarSaludos!
Helena tiene en mi blog un premio Versatile Blogger, espero que te haga ilusión. Un besote
ResponderEliminarSeguro que es muy divertido lo de vendimiar!! Se ve que lo pasasteiss bien!!
ResponderEliminarSaluditos
Eso de la vendimia sí que lo había practicado de pequeña ... me tocaba ayudar cada mes de septiembre. Lo que no llegué a probar nunca es lo de pisarla con los pies :( con lo divertido que debe ser!
ResponderEliminarLa imagen del Dólmen con el pueblo al fondo es preciosa.
Un abrazo
Que arte tienes vendimiando!! Y anda que no se os nota que os lo estabais pasando genial!! Y esas chuletillas menuda pinta que tienen! Los dolmenes me encantan. Aquí en Málaga hay un pueblo donde hay un montón que se llama Antequera y son muy bonitos.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola a todos!
ResponderEliminar- Guisante verde, hubiera estado bien coincidir con vosotros por allí.
Yo de pesca poco sé... pero después de ver todo lo que hay detrás de una botella de vino es cierto que se valoran un poquito más las cosas
- Calíope, ¡muchas gracias por ese premio!
- Mari Carmen, imagínate... risas aseguradas. Tuvimos un grupito muy majo y lo pasamos de categoría, jejeje
- M. Teresa, ¡vaya! Otra que sólo conoce la parte dura de la vendimia... Aunque imagino que lo de pisar la uva en serio también tiene que ser complicado.
El dolmen es muy bonito. Tienen varios por aquella zona, pero éste es el más famoso y viéndolo uno entiende por qué
- Verónica, no veas lo que se metía conmigo Babyboom, jejeje. La pasamos de fábula.
A ver si algún día voy por el sur que lo tengo pendiente desde hace tiempo y, con lo que me gustan a mí esas cosas, Antequera queda anotada como indispensable
Un saludito a todos y muchas gracias por pasar por aquí y dejar un comentario. :D
Que envidia de experiencia, y es que el mundo rural tiene mucho que ofrecernos. Experiencias así seguro que anima a mucha gente practicar el turismo rural. Enhorabuena por el artículo hace que parezca que estas allí. Saludos!!
ResponderEliminar¡Desde luego! Una experiencia la mar de divertida...
EliminarGracias por pasarte por aquí y animarte a dejar un comentario. Un saludo ;)
Hey!!! toda una experiencia lo de aplastar la uva... Y me imagino como comisteis... Yo probe unas chuletas al sarmiento allí deliciosas!
ResponderEliminarEl detalle del dolmen un puntazo. No tenía ni idea que había uno allí. Con lo que me gustan a mi las cosas estas de la prehistoria, la próxima vez no me la pierdo.
¡Hola Víctor!
EliminarPues tienen varios dólmenes por la zona. Por la carretera se veían señales indicando desvíos pero éste es el que más fama tiene... La verdad es que es muy chulo.
Ya imaginas cómo nos pusimos de comida ¿eh?
Un saludo ;)