El museo de la insurrección de Varsovia, ubicado en el edificio de una antigua central de tranvía, fue
inaugurado en el año 2004, cuando se cumplieron 60 años del estallido de
Varsovia, como homenaje sus habitantes, que lucharon y murieron por la libertad
del país.
A través de un recorrido
interactivo en una superficie que ocupa unos 3000 m2, dotado de fotografías,
sonidos y reproducciones, las distintas salas y expositores muestran la
complicada situación que vivieron los participantes en el alzamiento de
Varsovia, con el terror nazi y la posterior ocupación comunista.
Recorriendo el museo podremos
hacernos una idea de la historia de los días previos al levantamiento, de sus distintas
fases y de cómo acabó la insurrección y la propia ciudad de Varsovia.
Las fases previas: el levantamiento del gueto de Varsovia
Las explicaciones en el museo
comienzan poniéndonos en situación ante la barbarie nazi.
En julio de 1942 los nazis habían
trasladado ya a 500.000 judíos al gueto de Varsovia. El hecho de que sólo les
dieran una comida al día que apenas llegaba a las 170 calorías, hizo que muchos
de ellos murieran de inanición. Sin embargo, los nazis comenzaron a trasladar a
muchos de ellos a “campos de trabajo rurales”. Entorno a 300.000 judíos habían
sido exterminados cuando, a principios de 1943, llegó la noticia al gueto de
que esos “campos de trabajo” eran, en realidad, las cámaras de gas de
Treblinka.
En ese momento, una recién
formada Organización judía de combate (ZOB) se rebeló para tratar de detener
las deportaciones. Así, el 19 de abril de 1945, se produjo lo que se conoce
como el levantamiento del gueto de Varsovia. Heinrich Himmler tuvo que enviar a
2.000 efectivos de las SS para poder hacer frente a la ZOB y la guerrilla que, con
pistolas y bombas de fabricación casera, fueron capaces de plantar cara al ejército
nazi durante 4 semanas, hasta que vieron agotar sus municiones.
La batalla duró hasta el 16 de
mayo, cuando el jefe de las SS declaró que el gueto de Varsovia ya no existía. Fueron
28 días de levantamiento en los que más de 40.000 judíos murieron pero, en los
que, al menos, lo hicieron dignamente.
¿Qué fue la insurrección de Varsovia?
Paralelamente, en el centro de Varsovia,
se fue formando un ejército de fuerzas armadas insurgentes organizado bajo el mandato
del Gobierno Polaco Clandestino que contaba con unos 400.000 miembros. Estos
insurgentes querían liberar la capital de la ocupación de Hitler antes de la
entrada del ejército soviético y garantizar así la soberanía de Polonia después
de la guerra.
Pero eran conscientes de que no
podían hacerlo solos. Necesitaban a los soviéticos como aliados. Así, el 31 de
julio, cuando las unidades del Ejército Rojo (soviético) estaban cerca de la
urbanización de Praga (una barriada de Varsovia situada a orillas del río Vístula),
se dio la orden de iniciar la sublevación.
El día siguiente, 1 de agosto de
1944, a “la hora W” (por la inicial de las palabras “libertad” y “lucha” en
polaco, “Wolnosc” y “Walca”), a las 17:00 h, empezó el ataque por parte de los polacos,
de los cuales sólo un 10% estaban armados. Los primeros días de lucha los
insurgentes lograron tomar muchos objetivos estratégicamente importantes y
comenzaron a verse banderas de Polonia en las calles.
Pero, aunque el número de
insurgentes fue creciendo conforme pasaban los días de batalla, el regimiento
alemán fue también fortalecido y fue capaz de mantener el control del centro de
la ciudad y de las principales vías y puentes. Poco a poco, los alemanes fueron
reconquistando la ciudad y la dividieron en pequeñas “islas insurgentes” que comunicaban
a través de túneles y alcantarillas. Las explicaciones en el museo se ven
reforzadas por una recreación que permite experimentar las sensaciones que se
pueden tener caminando por un túnel totalmente a oscuras…
Y, aunque en un principio, se
preveía que las luchas duraran pocos días hasta la llegada del Ejército Rojo, el
8 de agosto, Stalin (a pesar de los intentos del primer ministro del gobierno
de Polonia) dio la orden de retroceder y cesar los ataques en la región de
Varsovia, pues pensaba que los insurgentes le atacarían a él también.
Ni siquiera permitió que los
aviones de transporte de los aliados (como el B42 americano que se muestra en algún
documento del museo) aterrizase en alguno de los aeropuertos soviéticos, lo
cual imposibilitaba el suministro de materiales por el aire.
Algo de ayuda fue enviada por
parte de Inglaterra (por tierra) desde el sur de Italia. Pero no era
suficiente. Sin el apoyo de los soviéticos, los insurgentes estaban condenados
al fracaso. Faltaban alimentos, medicamentos, agua… y el número de víctimas
cada vez era mayor.
Varsovia que, antes de la guerra,
era conocida como la “París del Este” quedó reducida a escombros. Se cumplió la
sentencia que Heinrich Himmler hizo sobre la ciudad: “Todo ciudadano ha de ser asesinado.
No serán tomados prisioneros. Varsovia tiene que ser arrasada. Que sea un ejemplo
para toda Europa.” Así, la pequeña parte
de la ciudad que había sobrevivido a los ataques de la guerra fue destruida a
posteriori por los soldados alemanes.
Cuando los insurgentes estaban a
merced de los alemanes, entonces llegó Stalin como libertador.
La Insurrección no alcanzó los
objetivos perseguidos pero, para todos los polacos, es el símbolo de la valentía
y determinación de su pueblo en la lucha por la libertad. El levantamiento duró
apenas 63 días pero se convirtió en el acto de resistencia más grande en toda la Europa ocupada por los nazis.
Fotografías de la época,
esculturas (como la del monumento de la Sirena de Varsovia que tiene la cara de
Krystyna Krahelska, una poetisa que formó parte del ejército y murió el 2 de
agosto de 1944, tras el primer día de batalla y que fue la autora de una de las
canciones más populares acerca de la Insurrección, 'Hej Chłopcy bagnet na Bron'),
material bélico (como la réplica del avión bombardero Liberator B-24J) hacen
que el recorrido por este museo se convierta en una auténtica lección de
historia y una visita imprescindible si se quiere entender el pasado de la ciudad.
La visita al museo finaliza con una
enorme estatua de metal (que atraviesa todos los pisos del edificio), en cuyas
paredes se muestra la cronología del alzamiento y dentro de la que se puede
escuchar el sonido del latir de un corazón, simbolizando las ganas de vivir de
la Varsovia del año 1944.
Horarios y tarifas del museo de la Insurrección:
Horarios del museo:
Lunes, miércoles y viernes: 8:00
– 18:00 h
Jueves: 8:00 – 20:00 h
Sábados y domingos: 10:00 – 18:00
h
Cerrado los martes
Tarifas del museo:
Entrada regular: 14 PLN (3,40 €) / reducida: 10 PLN (2,40 )
Domingos: visitas gratuitas
Visitas guiadas: para grupos 50 PLN/persona (12,05 €) / individual: 70 PLN (16,85 €)+ 7 PLN/persona (1,70 €)
Grupo con guía propios: 7 PLN/persona
(1,70 €)
Documental - The City of Ruins: 2
PLN (0,50 €) (también los domingos)
Audioguías (en 18 idiomas): 10
PLN (2,40 €)
[Tarifas en su página web]
Estos son los museos que me gustan, en los que puedes aprender un trozo de la historia. Tiene que ser conmovedor visitarlo.
ResponderEliminarA mi también me interesa mucho este tipo de museos, una historia tan reciente que estremece aun más por lo cercana que la tenemos.
ResponderEliminarcomo siempre una entrada impecable.
Un abrazo
Muy interesante la entrada. Ilustra un hecho objeto de estudio social, como un puñado de hombres armados y empleando la violencia son capaces de someter a otro grupo muchísimo más numeroso. El ejército y los estrategas alemanes, aplicaron a la perfección esta máxima y logro conquistar grandes territorios y someter poblaciones con efectivos en ocasiones escasos.
ResponderEliminarHasta que los sometidos se dan cuenta de la ventaja de su número. Muchos morirán, seguro, pero liberarse es posible, como se demostró a menudo.
Saludos!
Estos Museos siempre te dejan un sabor agridulce pero son un testimonio excelente de la cruel Historia de Europa.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo también tuve la oportunidad de visitar este museo y doy fe de que es una visita imprescindible para entender la Historia de Varsovia, la esencia de lo que es la ciudad de hoy.
ResponderEliminarUn saludo.
Un museo muy interesante para conocer la historia oscura de Varsovia!! Un abrazo!! ;-)
ResponderEliminar¡Hola a todos!
ResponderEliminar- Verónica, nos llevamos una señora lección de historia. Sin duda, es un lugar interesante
- Libreta Viajera, hasta pasar por allí poco sabía yo de este movimiento que hubo en la Polonia ocupada por los nazis... Es una visita interesante si te interesa la historia
- Guisante Verde Project, desde luego. Lo que comentáis queda perfectamente expuesto en el museo. Mucha gente se rebeló pero con escasos medios, muchos murieron y, en este caso, no pudo ser... pero por lo menos lo intentaron
- M.Teresa, llevas mucha razón, aunque otros lugares son mucho más duros. Aquí simplemente se expone la historia tal y como ocurrió
- Javier, después de visitar el museo y ver fotografías de cómo quedó la ciudad, por lo menos a mí, me pareció alucinante cómo Varsovia resurgió de sus cenizas. Una visita muy interesante, como comentas
- Babyboom, un lugar para entender el pasado de Varsovia
Un saludo a todos y muchas gracias por vuestros comentarios :)
Me encantan este tipo de museos, además la historia y todo lo que rodea a la Segunda Guerra Mundial siempre me ha llamado poderosamente la atención, por lo que anotado queda :D
ResponderEliminar