Teníamos a las 9:30 h de la mañana la entrada para visitar la Reserva Federal y por si había algún problema con el metro decidimos desayunar por la zona de Downtown. Justo enfrente de la Reserva nos encontramos un Starbucks donde nos tomamos un cafecito rápido para hacer después la visita de la mayor reserva de lingotes de oro del mundo.
Tras hacer la visita y para hacer tiempo a que abrieran la tienda TKTS de Southstreet Seaport, nos acercamos al Pier 17, para echar un vistazo al puente de Brooklyn de día. Compramos las entradas para ver esa misma tarde Mary Poppins.
Con los trámites realizados, nos acercamos a Canal Street e hicimos un breve recorrido por Tribeca (Triangle Below Canal), antes de adentrarnos en el mundo de Chinatown. Tribeca es un barrio que ha sufrido una gran remodelación en los últimos años impulsada por el Tribeca Film Festival, creado por Robert de Niro, padrino del barrio. Él mismo tiene 3 restaurantes en la zona, el Leyla, Nobu y Tribeca Grill, aparte del Tribeca Film Center.
Volvimos a Chinatown y tras realizar las compras de rigor en Canal Street, nos adentramos en el eje histórico del barrio en Mott Street. Comimos una porción de pizza en un restaurante cercano a Confucious Plaza donde vimos el comienzo del puente de Manhattan.
Después cambiamos de ambiente con tan sólo entrar en Mulberry Street. Little Italy se abría ante nuestros pies. Los hidrantes tricolores nos recordaban este pequeño reducto italiano ya casi embebido en la comunidad china. Llegamos hasta la St. Patrick’s Old Cathedral, ya lindando con el nuevo barrio Nolita (North of Little Italy).
Tras ello hicimos una pequeña incursión en el Soho (South of Houston Street) una de las mecas de compras de Manhattan. Prada, Channel o Zara dan buena cuenta de ello. No hay que olvidar que se trata también de un barrio histórico, como bien pudimos observar en el Castiron District, donde se ven edificios creados en hierro forjado. Nos despedimos de esta zona en el restaurante Balthazar.
Nos dimos una ducha en el hotel y fuimos a ver el musical para el que habíamos comprado las entradas por la mañana. Mary Poppins al compás. Poca gente podrá decir que ha visto un musical de Brodway en primera fila, literal, primera fila… Tras el mismo, cenamos en un Burger y nos fuimos a dormir.
Tras hacer la visita y para hacer tiempo a que abrieran la tienda TKTS de Southstreet Seaport, nos acercamos al Pier 17, para echar un vistazo al puente de Brooklyn de día. Compramos las entradas para ver esa misma tarde Mary Poppins.
Con los trámites realizados, nos acercamos a Canal Street e hicimos un breve recorrido por Tribeca (Triangle Below Canal), antes de adentrarnos en el mundo de Chinatown. Tribeca es un barrio que ha sufrido una gran remodelación en los últimos años impulsada por el Tribeca Film Festival, creado por Robert de Niro, padrino del barrio. Él mismo tiene 3 restaurantes en la zona, el Leyla, Nobu y Tribeca Grill, aparte del Tribeca Film Center.
Volvimos a Chinatown y tras realizar las compras de rigor en Canal Street, nos adentramos en el eje histórico del barrio en Mott Street. Comimos una porción de pizza en un restaurante cercano a Confucious Plaza donde vimos el comienzo del puente de Manhattan.
Después cambiamos de ambiente con tan sólo entrar en Mulberry Street. Little Italy se abría ante nuestros pies. Los hidrantes tricolores nos recordaban este pequeño reducto italiano ya casi embebido en la comunidad china. Llegamos hasta la St. Patrick’s Old Cathedral, ya lindando con el nuevo barrio Nolita (North of Little Italy).
Tras ello hicimos una pequeña incursión en el Soho (South of Houston Street) una de las mecas de compras de Manhattan. Prada, Channel o Zara dan buena cuenta de ello. No hay que olvidar que se trata también de un barrio histórico, como bien pudimos observar en el Castiron District, donde se ven edificios creados en hierro forjado. Nos despedimos de esta zona en el restaurante Balthazar.
Nos dimos una ducha en el hotel y fuimos a ver el musical para el que habíamos comprado las entradas por la mañana. Mary Poppins al compás. Poca gente podrá decir que ha visto un musical de Brodway en primera fila, literal, primera fila… Tras el mismo, cenamos en un Burger y nos fuimos a dormir.
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