Visitando la Ermita de San Saturio y
encuentro con su Santero
A orillas de un apacible río
Duero cuya fuerza, pese a encontrarse en la parte alta y violenta de su curso, ha sido mermada por el embalse de los Rábanos,
a lomos de la Sierra
de Santa Ana (a la que los lugareños denominan “de Peñalba”), sobre una antiquísima cueva y al final del conocido como “Paseo de Machado”, se halla la Ermita de San Saturio, el
patrón de Soria.
San Saturio llegó a Soria en el siglo
VI, decidido a vivir como un anacoreta. En una pequeña cueva de la citada Sierra
de Santa Ana en compañía de su discípulo San Prudencio, que con los años se
convertiría también en patrón de Álava, vivió de manera muy
humilde y austera hasta el día de su muerte. Tras ésta su discípulo abandonó la cueva y la zona quedó en el olvido durante la época árabe.
No fue hasta la época de la reconquista en que volvió a
adquirir protagonismo, cuando la gente de la zona decidió levantar allí una ermita,
curiosamente, en honor a otro santo, a San Miguel.
Con el tiempo salieron a la luz los restos de San Saturio (que habían sido enterrados en la cueva por San Prudencio) y con fecha 2 de octubre
de 1628 se le declaró patrón de la ciudad. Fue a partir de entonces cuando
su figura adquirió fama y, a base de supuestos milagros, el mito acerca de su persona fue aumentando como también lo hizo la devoción de sus fieles. Ya en el
siglo XVIII se acordó construir un nuevo templo, que es la actual ermita
barroca que en este momento se puede visitar.
Desde la otra orilla del Duero
contemplamos como imponente se alza la ermita, cual antiguo castillo a media
ladera de la montaña. Cruzamos el puente y nos dispusimos a entrar...
Allí, en la cueva en la que
tiempo atrás vivió el santo, salió a recibirnos un curioso personaje: el
santero de San Saturio, a su vez tan conocido que otro de los grandes
personajes sorianos, el escritor Juan Antonio Gaya Nuño dedicó un libro a su
figura.
En su novela se sirve de este
personaje, que retorna a su Soria natal, tras un cuarto de siglo alejado de allí,
para convertirse en el nuevo santero de la ermita. A través de sus experiencias
en la ermita, el personaje va describiendo, con una dosis de humor, los
paisajes, gentes y el pueblo con el que el autor se identifica.
Allí estábamos nosotros, frente al entrañable personaje de Gaya Nuño, escuchando las historietas que
tenía que contarnos. Hoy en día, el oficio de santero a la antigua usanza ha
desaparecido. Si bien, continúa abriendo la iglesia, manteniéndola limpia y
atendiendo a los turistas, ya no tiene el carácter religioso de antaño y no vive
en la ermita, ni sale a pedir limosna con la caja del santo por la ciudad.
Tras el recibimiento, el santero
nos dejó vía libre para visitar su iglesia. Subiendo un primer tramo de escaleras llegamos al lugar más importante a nivel espiritual de la ermita, a su Sancta Sanctorum,
el sitio en el que San Prudencio enterró al monje. Aunque hoy en día ya no
están los restos allí, sino que una parte de ellos fue trasladada a un
relicario en el altar mayor del templo y otra parte se llevó a la Concatedral
de Soria, es innegable la importancia de este lugar para los devotos del Santo...
También allí se encuentra la
figura de la Virgen de Santa Ana, en cuyo manto se dice que las muchachas que
quieran encontrar marido deben buscar alfileres.
Además, una curiosidad es que ese
lugar también ha sido durante años el punto de reunión del Cabildo de los
Heros, una especie de tribunal de las aguas, en el que se reunían los
agricultores de la comarca para discutir cuestiones relacionadas con los regadíos,
etc.
Seguimos ascendiendo escaleras para, pasando frente a la “Ventana del Milagro”, por la que
dicen que cayó un niño al que asombrosamente encontraron a orillas del Duero
ileso, llegar a la habitación del santero. Una estancia escueta en la que antaño
vivía el personaje. Un modo de vida muy similar a la del anacoreta al que
admiraban.
Ya en la planta superior, desde
una de las salas de la iglesia se puede admirar unas espléndidas vistas del
Duero. Allí nos explicaron también por qué el escudo de la ciudad cita “Soria
Pura” (que en su día lo usaban los nobles, para indicar que no se habían
mezclado con árabes ni judíos) “Cabeza de Extremadura” (que hace referencia a
los extremos, a la frontera, en este caso del Duero).
En otra sala se encuentra la
figura más antigua de la iglesia perteneciente a la original iglesia de San
Miguel de la Peña, un Cristo del siglo XIV, y, junto a ella, la nave principal de
la ermita, en la que destacan los impresionantes frescos que decoran bóveda y
paredes, obra de Antonio Zapata, uno de los pintores barrocos sorianos más importantes.
En las paredes el autor reflejó la vida del santo mientras que en la bóveda
ilustró a otros santos y anacoretas.
Con esto dimos por finalizada la
visita a una de las iglesias más representativas de Soria.
¿Qué otros sitios podemos ver en Soria?
Mientras nos dirigíamos en el
autobús hacia nuestra siguiente parada, pasamos frente a otros puntos de
interés:
Atravesamos también diversos
puntos en los que afloraban restos de las antiguas murallas, que en vista de lo que queda en pie, debieron ser
impresionantes en su día
La Concatedral de San Pedro que, aunque no la pudimos ver por dentro, nos
comentó el guía que tiene un claustro precioso.
¿Y por qué es una concatedral y
no catedral? Simplemente porque la sede del obispo está en Burgo de Osma y allí
es donde está la catedral de la diócesis.
Esta iglesia, por su parte fue hasta
el año 1954 una colegiata y tras mucha pelea y negociación consiguió el grado
de Concatedral
La iglesia románica del siglo XII
de San Juan de Rabanera, ubicada en
la céntrica calle de los Caballeros
Un lavadero de lanas (que era el almacén donde se guardaba la lana) y
es que la industria de la lana fue muy importante en el pasado. Desde Soria se
exportaba hacia Burgos, de donde se trasladaba a Bilbao para partir en barco
desde allí hacia Holanda
Vimos también los restos de una
antigua noria de sangre, es decir, que
era tirada por animales
Atravesamos el único puente abierto al tránsito de vehículos,
que es el puente original del siglo XIII. Hasta allí llegaba la muralla, de
hecho el propio puente estaba fortificado y tenía dos torreones de defensa y es
que, en aquel entonces, los enemigos no eran los árabes, sino Aragón. Hoy en
día, evidentemente su aspecto ha cambiado y ha sido ampliado pero en sus
cimientos aún se siente la historia
¿Qué otras actividades realizar en Soria?
A nivel de senderos, nos comentó
el guía que por allí discurre el conocido como Camino del agua, que une el río
Ebro con el Duero a través de una antigua ruta romana, o un sendero de tipo GR
que recorre la ribera del Duero.
Por último, nos comentaron que el último fin de semana de julio tiene
lugar allí un importante festival de música afroamericana, “En clave de agua”. Así
que, si os gusta este estilo de música quizás sea un buen momento para tomar el
Tren Campos de Castilla y dejarse caer por Soria.
El paseo que dimos a orillas del río hacia San Saturio es algo de nuestra visita a Soria que mejor recuerdo me deja.
ResponderEliminarSoria es un lugar con mucho que ofrecer, me gusta...
Saludos
Hace muchos años que estuve en Soria y no sabes las casualidades que tiene la vida que cuando regresé de Perú me puse a buscar una escapada para un fin de semana en Agosto (de regalo de cumpleaños para mi chico, que espero que no lea esto) y empecé a mirar Soria y que sorpresa me llevo cuando varios de vosotros estáis publicando sobre el tema. Son esas casualidades como la de irme a Perú cuando todo me indicaba que debía ir a ahí.
ResponderEliminarA mi también me quedó muy buen recuerdo de la zona, que la tengo casi olvidada y eso que pasé 15 días en Navaleno.
Un saludo.
Que bien lo pasamos en el viaje y que risas nos hizo pasar el Santero, que pena no haber vivido en aquella época para disfrutarlo en persona.
ResponderEliminarUn saludo !!!
Me ha gustado mucho tu entrada Helena. Y he aprendido algunas cosas de mi tierra no te creas!!! ^^
ResponderEliminarUn abrazo!!
Me ha encantado la Ermita. La vi cuando estábais allí a través de las redes sociales y se la recomendé a mi cuñado que fue a Soria la semana siguiente. Yo desde luego me acercaré a verla cuando vaya.
ResponderEliminarTan cerca que la tengo de Madrid y aún no conozco Soria. ¡Tengo que ponerle remedio ya!
ResponderEliminarAlicia, no sabes lo que ta pierdes ¡que lástima que no te pueda hacer de guia!. Soy soriano pero vivo fuera. vista Soria no quedarás defraudada.
Eliminarque bueno y que fenómeno el santero. Se sabe la historia de memoria. curiosa visita.... Un saludo
ResponderEliminarLa ermita de San Saturio es una de las cosas que más me gustó de esta ciudad. Está en un entorno fabuloso! Y el santero es muy gracioso! jejeje
ResponderEliminarSaludos
Veníamos a decir lo mismo que Alicia: es increíble que un sitio tan cerquita de Madrid nos quede aún pendiente. Aunque con estos relatos se nos están poniendo unas ganas de ir... :P
ResponderEliminarLa ermita está en un lugar precioso. Tendré que tener Soria bien presente para una escapadita por España.
ResponderEliminarQué curiosa visita, además si hay "personajes" o visitas teatralizadas uno lo disfruta incluso más. No conozco Soria pero me acabas de dar un par de motivos para ir a visitarla.
ResponderEliminarPor cierto te he dejado en mi blog una sorpresita llamada "Liebster" ;)
Un abrazo!
Una entrada de lo más interesante e instructiva, el sitio donde está ubicada es de cuento. Saludos!!!
ResponderEliminar¡Hola a todos y perdonad la tardanza en responder :S
ResponderEliminar- Cool, sí. Nosotros en esta ocasión fuimos en autobús, pero recuerdo haber hecho en otra visita anterior el Paseo de Machado y es muy bonito... La verdad es que Soria tiene sitios muy chulos
- María, jejeje, parece que los astros se alinean para que vayáis a Soria, igual que lo de Perú...
Cuando se visitan los sitios de pequeña, hay muchas cosas que se olvidan ¿eh? A mí también me pasa. Ya me contarás dónde vais al final
- Carfot, la verdad es que lo tenía muy bien preparado y es muy curioso oír sus historietas. Nos puso en situación rápidamente. Bueno, ¿y cómo nos sacó una limosnilla también? ¿eh? ¡Que tío!
- Debocados, te hubiera gustado mucho hacer esta ruta porque los guías eran una auténtica maravilla. Nos explicaron todo a la perfección y, como dices, siempre se aprenden cosillas
- Víctor, la ermita de San Saturio es una de las postales más típicas de Soria. Un imprescindible. Ya me dirás qué le pareció a tu cuñado
- Alicia, ¡muy mal! Un negativo para ti, jejeje. Conociéndote seguro que a la menos pensada te plantas por allí
- Fran, ya te digo, te pone en situación rápidamente...Este tipo de cosas son un plus para visitar de otra forma los sitios
- M.C. parecía una especie de castillo desde lejos, allí a media ladera. Un lugar muy chulo, aunque he de confesar que a mí me gustó más Arcos de San Juan (que espero que sea la próxima entrada de Soria)
- Edu y Eri, bueno, os digo lo mismo que a Alicia, que tal y como sois, seguro que organizáis una quedada conjunta en menos de un "plis" para verla... Merece la pena (y eso que a mí me falta mucha provincia por ver)
- Verónica, me alegro de que te haya gustado. Es una iglesia con mucho encanto y lo de entrar por la cueva le da como misterio... jejeje
- Anna, la verdad es que en esas visitas teatralizadas se aprende mucho a lo tonto. Lo tienen muy bien organizado de cara a verano con el tren campos de castilla.
Muchas gracias por esa sorpresita. Ahora paso a verlo! :-D
- VuelvoalPueblo, me alegro de que te haya gustado. Si que es verdad lo de la ubicación, ahí, sobre una cueva en mitad de la montaña...
Un saludito a todos y muchas gracias por vuestros comentarios ;)
Hola Helena!!!
ResponderEliminarParece mentira que nos falte a todos tanto por descubrir de España... no conozco absolutamente nada de Soria, qué triste... Qué curioso lo del santero, Helena.
Un abrazo.
Antonio a mí me queda mucho por conocer de España, casi todo el sur, el este, el norte. Bueno, estoy para coger la mochila e irme una buena temporada...
EliminarUn saludo ;)
Un lugar increíble, la he visitado varias veces y siempre descubro cosas nuevas!!! Muy buen relato, había cosas que no sabía!!! Un abrazo!!! ;-)
ResponderEliminarSoria,
ResponderEliminarguardo muy buen recuerdo del viaje que hicimos mi mujer y yo con mis padres. Hacía tan sólo un año de recién casados y mi madre quería que su nuera conociera la tierra que la vió nacer y en donde paso gran parte de su infancia. La verdad es que el viaje no defraudó y además con una guia de excepción. Pasamos 4/5 días muy bonitos visitando lugares y parajes insólitos, como el Cañón del río lobo, Vinuesa, Tardelcuende, Navaleno,etc y comiendo sus más preciados productos gastronómicos de la tierra. Gracias Helena :-D Luis