Tocaba día de naturaleza y decidimos empezar con un buen desayuno americano. De camino al metro, paramos en un Sbarro’s que era buffet libre. Fue la primera vez que peligró nuestra vida, el pancake era de la época del señor que pintó canas y llevaba bastón en el Hard Rock… ¡qué cosa más dura!

Continuamos a lo largo del borde sur de Central Park topándonos con el Hotel Plaza (otro escenario de películas, otra vez de Solo en casa 2), hasta llegar a la Grand Army Plaza, donde entramos en la FAO SCHWARTZ y volvimos a nuestra niñez tocando el piano con los pies (como en Big).

Regresamos al parque y nos dirigimos a Bethesda Fountain. Dado que ha servido de decorado en multitud de películas y sesiones de fotos, mucha gente piensa que es la fuente de la introducción de Friends, aunque realmente ésta se encuentra en decorados en Los Angeles. Después cogimos una barca en The Lake para hacer un break antes de acercarnos a Belvedere Castle, una antigua estación meteorológica que parece un castillo de cuento. Desde el mismo pudimos divisar el Delacorte Theatre, escenario en forma semicircular donde tienen lugar en verano representaciones de obras de Shakespeare.

Salimos de Central Park, atravesando The Great Lawn, para comernos un hot dog en las escaleras de la puerta del Metropolitan antes de entrar a hacer una visita “rápida” al mismo. Llama la atención el ala egipcia, con el imponente templo de Dendur dedicado a la diosa Isis, el ala de arte griego y romano, la oriental, etc. Pudimos ver una exposición dedicada a Johannes Vermeer con su famoso cuadro “La joven de la perla”, aparte de otras maravillas de Rafael, El Greco, Monet, Manet, Velazquez, Van Eyck,… Es un museo impresionante en el que puedes estar horas y horas.

Tras ver por fuera el museo Gughenheim, con su famosa espiral, volvimos a entrar en Central Park para bordear el Jacqueline Kennedy Onassis Reservoir, gigantesco depósito de agua que antiguamente abastecía a la ciudad y en cuyo perímetro pudimos cruzarnos con mucha gente haciendo footing, y dirigirnos al metro de vuelta al hotel para pegarnos una ducha antes de ir al Rockefeller Centre y subir al Top of the Rock al anochecher.

El punto de observación del Rockefeller se encuentra en la planta 70 del GE Building (el más alto de los edificios del Rockefeller Centre, 259 m), consta de 3 alturas diferentes y está protegido por cristales. Las vistas del Empire State y de Central Park son impresionantes. Si he de poner alguna pega diría que las vistas del Chrysler quedan tapadas por la torre del Met Life y el reflejo de las luces de la tienda en el cristal de protección incomodan en las vistas.

Tras la visita fuimos a cenar a Ellen’s Stardust Diner, lugar muy curioso con estética que parece salida de una película estilo Grease donde los camareros cantan y bastante bien. No fue excesivamente caro, la verdad es que a nosotras nos gustó el sitio.

Después de la cena regresamos al hotel.