Esa mañana la dedicamos a la excursión de contrastes. La contratamos con Seeusatours, así que tras comprar un café para llevar nos acercamos al lugar de recogida del autobús y el guía con el que haríamos la visita.
La excursión comenzaba con una visita a la isla Roosevelt, una pequeña porción de tierra (de 3 km de longitud y 240 m de ancho) situada en el East River, entre Manhattan y Queens, para lo cual el autobús nos acercó al teleférico desde el cual entraríamos. Se trata del único funicular interurbano del país. Desde el mismo pudimos divisar coches aparcados en la terraza de algún edificio. ¿Cómo los habrían subido? El recorrido del teleférico discurría paralelo al Queensborough Bridge (uno de los más congestionados de la ciudad). Ya en la isla pudimos observar una bonita vista del skyline de la ciudad, entre los que destacaban el edificio de Naciones Unidas y el Trump Building que, desde esa perspectiva, parecía el más alto de Manhattan.
Con las pertinentes explicaciones realizadas, nos recogió el autobús para llevarnos de camino al Bronx. Nuestra primera visita fue al Yankee Stadium, donde pudimos ver la nueva y la antigua sede del famoso equipo de béisbol. Continuamos la visita observando el graffiti a las viejas glorias de los Yankees, la Corte Civil y Penal del Bronx.
La excursión comenzaba con una visita a la isla Roosevelt, una pequeña porción de tierra (de 3 km de longitud y 240 m de ancho) situada en el East River, entre Manhattan y Queens, para lo cual el autobús nos acercó al teleférico desde el cual entraríamos. Se trata del único funicular interurbano del país. Desde el mismo pudimos divisar coches aparcados en la terraza de algún edificio. ¿Cómo los habrían subido? El recorrido del teleférico discurría paralelo al Queensborough Bridge (uno de los más congestionados de la ciudad). Ya en la isla pudimos observar una bonita vista del skyline de la ciudad, entre los que destacaban el edificio de Naciones Unidas y el Trump Building que, desde esa perspectiva, parecía el más alto de Manhattan.
Con las pertinentes explicaciones realizadas, nos recogió el autobús para llevarnos de camino al Bronx. Nuestra primera visita fue al Yankee Stadium, donde pudimos ver la nueva y la antigua sede del famoso equipo de béisbol. Continuamos la visita observando el graffiti a las viejas glorias de los Yankees, la Corte Civil y Penal del Bronx.
Durante el trayecto nos llamó la atención que las ventanas de las escuelas (en planta baja y primer piso) tenían rejas, el guía nos explicó que allí todas las escuelas por ley han de tener detectores de metales para evitar la introducción de armas en el interior.
El guía nos comentaba que hablar del Bronx es hablar de bandas o pandillas, de luchas o disturbios por apoderarse de calles, y que allí en los lugares en los que había existido alguna pelea se colgaban las zapatillas del perdedor de los cables de la luz. Las primeras que vimos fueron en las cercanías del graffiti dedicado a la memoria del rapero Christopher Ríos (Big Pun).
La mayor parte de los graffitis llevan historias asociadas detrás. El siguiente que vimos fue el dedicado a Amadou Diallo. Al parecer la policía le acribilló a balazos al salir de su casa (aún se podían ver en la puerta los agujeros), al confundirlo con un delincuente. Tras el juicio civil y penal, aparte de una indemnización de 3 millones de dólares a sus familiares, se permitió cambiar el nombre a la calle y se dio permiso para homenajearle con un graffiti. En el mismo se ve al chico junto a una estatua de la libertad cuya cara es una calavera que sostiene un arma en la mano, a sus pies unos policías con capuchas del ku klux klan y todo ello bajo la frase “American Dream”. Toda una señal de irrespeto a las instituciones americanas.
En la puerta de su casa se podía ver un cartel dispuesto por la policía con la señal “Operation Clean Halls”, nos comentó el guía que en los sitios donde viéramos ese cartel significaba que había existido algún tipo de disturbio. En esa misma calle había 14 carteles.
Otro de los graffitis que vimos fue el dedicado a Jonathan, un niño de 8 años que murió al cruzarse desafortunadamente en una pelea.
Tras nuestro paso por el Bronx, continuamos hacia Queens. Pudimos ver unos chalets muy cucos a escasos 10 minutos del Bronx, la fábrica del New York Times, y llegamos hasta Flushing Meadows, viendo en primer lugar el estadio de tenis del U.S. Open, la antigua sede de Naciones Unidas, y la Unisphere.
Tras pasar unos minutos allí seguimos nuestro trayecto hasta Corona, un barrio latino en Queens, donde paramos a tomar una cervecita en un bar. Qué gracia nos hizo cuando vimos que en octubre iba a actuar Camilo Sesto allí. Tras la breve parada, continuamos en el autobús atravesando una zona conocida como Little India y finalizamos en el barrio judío ortodoxo de Brooklyn.
Finalizamos la excursión en Chinatown a mediodía y allá nos fuimos dispuestas a realizar un recorrido por Midtown. Aún nos quedaba mucho por ver y no había tiempo que perder…
Nos acercamos a Bryant Park, visitamos la NY Public Library, el Chrysler Building y la Grand Central Terminal donde paramos a comer en un restaurante mejicano. Continuamos por Park Av, pasando el hotel Waldorf Astoria, donde debía hospedarse algún mandatario pues había reunión de Naciones Unidas y aquello estaba lleno de policía.
Pasamos por la 5ª avenida, con las tiendas de Dior, Channel, Louis Vuitton, la inconfundible Tiffany & CO, la Trump Tower y la tienda de Disney. Nos acercamos hasta la puerta del Moma, aunque no teníamos especial interés en entrar ni tampoco tiempo por lo que nos fuimos a Saint Patrick’s Cathedral. Ésta es la mayor catedral católica de estilo gótico de Estados Unidos. Tras darle una vuelta cruzamos para ver el Rockefeller de día y el Radio City Music Hall, auditorio de estilo art decó con capacidad para 6.000 personas.
Antes de anochecer decidimos dar una vuelta por Greenwich Village, el barrio bohemio por excelencia. Sin lugar a dudas es uno de los lugares más mágicos de Nueva York, en el que casas bajas confieren un ambiente especial al barrio. Comenzamos por Washington Square Park, un animado parque encabezado por el Washington Arch en su zona norte, que da comienzo a la quinta avenida.
Tras recorrer la plaza continuamos por Bleecker street, calle con mucha animación y mucha oferta de restaurantes, recorrimos Bedford St. Hasta llegar al cruce con Grove St., donde pudimos ver el edificio que sirve de escenario a la serie Friends. Continuamos hacia Christopher St. y Sheridan Square, lugar donde se inició la revolución de gays y lesbianas, la famosa Gay Street lo simboliza. Acabamos nuestra visita a la zona pasando por Village Cigars, famosa tienda de rótulos rojos.
Volvimos para cenar en las cercanías del hotel e irnos a dormir. Al día siguiente tocaba conducir.
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